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La confrontación Comey-Trump promete tener implicaciones serias para EU

La próxima confrontación entre el presidente de EU y el exdirector del FBI augura implicaciones serias para la longevidad de un gobierno que parece hundirse en el caos a cada hora que pasa.
jue 18 mayo 2017 06:10 AM
Trump vs. Comey
Trump vs. Comey ¿En quién confiará Estados Unidos? (Foto: REX/Shutterstock/REX/Shutterstock)

Estados Unidos se enfrenta a una elección trascendental: ¿Cree en Donald Trump o en James Comey?

Ahora se avecina un enfrentamiento teatral entre el presidente con una difusa relación con la verdad y el director del FBI que despidió, cuyo sentido finamente ajustado a su propia integridad lo ha conducido a menudo hacia aguas políticas rocosas.

El épico enfrentamiento es resultado de las impactantes acusaciones que en febrero Trump propinó a Comey para que cerrara la investigación del FBI sobre Rusia, que estaba, entre otras vías de averiguaciones, investigando al exasesor de seguridad nacional Michael Flynn.

Además, en un llamativo suceso sensacional, fuentes dijeron a The New York Times y luego a CNN este martes por la noche que Comey anotó su recuento de la petición de Trump sobre la investigación en un memorando que está a punto de convertirse en uno de los artefactos más famosos de Washington.

La próxima confrontación entre Comey y Trump es algo más que una oportunidad para expresar agravios que parecen haber crecido rápidamente entre ambos durante su corta relación de trabajo y debido al humillante despido del director del FBI, de lo cual éste se enteró en la televisión por cable hace apenas una semana.

Esto promete tener implicaciones serias para la longevidad de un gobierno que parece hundirse más profundamente en el caos total con cada hora que pasa. No parece haber una manera de que ambas partes puedan sobrevivir el enfrentamiento con su reputación intacta.

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Pruebas convincentes

Comey es el tipo de adversario que ninguna Casa Blanca apreciaría.

Si las afirmaciones en su memo son correctas, ofrecerían la evidencia más convincente hasta ahora del intento de Trump de cerrar la investigación, lo cual podría llegar a ser una obstrucción a la justicia y pondría en peligro su presidencia.

Lee: El Senado de EU llama al exjefe del FBI a testificar

“Parece que estaba tratando de impedir la investigación”, dijo el analista político de CNN, David Gergen. “Estaba usando su poder para hacerlo, y cuando James Comey no lo aceptó, cuando él no fue su chico, lo despidió”.

Gergen sugirió que la situación era tan grave después de las revelaciones de este martes, que Estados Unidos podría estar en la cúspide de un nuevo drama de impugnación.

La Casa Blanca ha desestimado la versión de Comey de los acontecimientos revelados por un memorando que fue descrito a CNN.

“Aunque el presidente ha expresado repetidamente su opinión de que el general Flynn es un hombre decente que sirvió y protegió a nuestro país, el presidente nunca le pidió a Comey ni a otra persona que pusiera fin a ninguna investigación, incluyendo cualquier investigación que involucrara al general Flynn”, dijo el funcionario en un comunicado.

La perspectiva de una nueva confrontación con Comey también podría estar causando que Trump reflexione sobre su decisión de despedir al exdirector la semana pasada, al admitir en televisión que lo hizo porque estaba frustrado por una investigación acerca de Rusia a la que él llamó: “una pérdida de dinero de los contribuyentes”.

Considerando lo que está en juego, ahora parece seguro que Comey será llamado desde su retiro prematuro para testificar ante el Congreso acerca del memorándum. Será interrogado sobre lo qué dijo realmente Trump en su reunión de la Oficina Oval el 14 de febrero y que ahora está en el centro del huracán político.

Comey también se enfrentaría al escrutinio del porqué decidió mantener un registro de sus conversaciones con el presidente que luego se filtró en un momento de máxima vergüenza para la Casa Blanca.

Recomendamos: La Casa Blanca enfrenta una crisis de credibilidad por Trump

'Puede que tenga mi bolígrafo de citaciones listo'

El Congreso republicano no ha presionado exactamente a Trump durante los primeros meses de su gobierno.
Pero eso podría estar cambiando.

El representante Jason Chaffetz, presidente republicano del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, ha pedido al FBI que presente “todos los memorandos, notas, resúmenes y grabaciones que se refieran o se relacionen a cualquier comunicación entre Comey y el presidente”.

“Tengo mi bolígrafo de citaciones listo”, tuiteó Chaffetz este martes.

Otros legisladores, comprendiendo el giro profundamente serio que la crisis de Trump tomó el martes, también están pidiendo la divulgación completa.

El senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur, dijo que Comey debería ser llamado ante el Comité Judicial del Senado.

"Está bien, tiene que venir y decirnos por qué”, dijo Graham. “No vamos a procesar a alguien por un pedazo de papel”.

Lee: Trump, en busca de un nuevo director para el FBI

Hasta ahora, en la presidencia de Trump, los líderes republicanos más importantes, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, han tratado de mantener el foco de sus tropas en implementar una agenda conservadora en lugar de pedir cuentas a un presidente impredecible.

Pero el gobernador republicano de Ohio, John Kasich, dijo en un evento de CNN este martes, que él necesita cambiar.
“Vi que el presidente Paul Ryan dijo algunas cosas esta noche acerca de llegar al fondo”, dijo Kasich. “Francamente, creo que debería ser más agresivo, creo que debería hablar más y espero que lo haga”.

Un portavoz de Ryan emitió un comunicado este martes por la noche, diciendo: “Necesitamos tener todos los hechos, y es apropiado que el Comité de Supervisión de la Cámara solicite este memorándum”.

¿Audiencia de Comey?

Una audiencia de Comey se convertiría instantáneamente en una de las más significativas apariciones en el Congreso de los tiempos modernos.

El registro de notas práctico y analítico de un ex director del FBI que sabe cómo dejar un rastro en papel equivaldría a una evidencia convincente en la corte de la opinión pública y enfrentaría la palabra de Comey contra la de Trump.

Después de todo, un memorándum de Comey podría acercarse a la significación de la “evidencia contundente” si parece demostrar que el presidente podría ser acusado de obstruir la justicia, lo cual es potencialmente un motivo de destitución.

Una aparición de Comey ante una audiencia televisada de alta potencia, marcaría una dimensión extraordinaria, más en una carrera donde el exjefe del FBI se ha encontrado en el centro de emocionantes episodios del drama en Washington.

Recomendamos: La investigación del FBI sobre Rusia sigue sin Comey

Hace 10 años, Comey, entonces procurador general en funciones, acudió a un hospital de Washington para frustrar un intento del abogado de la Casa Blanca, Alberto Gonzales, y del jefe de personal de la Casa Blanca, Andy Card, para conseguir que el severamente enfermo fiscal John Ashcroft reautorizara un programa de vigilancia.

Esa intervención lo convirtió en un héroe para los demócratas, pero llegaron a despreciar a Comey por su papel protagónico en un drama posterior: la investigación del servidor de correo electrónico de Hillary Clinton.

La campaña de Clinton culpa a Comey por su derrota en noviembre pasado, ya que intervino a finales de su campaña en un nuevo lote de correos electrónicos que se encontraron en la computadora portátil de Anthony Weiner, esposo de Huma Abedin, asistente de la candidata demócrata.

Trump alabó a Comey por su conducta, pero pronto llegó a enfrentarse con él en su propio gobierno, cuando el director del FBI se negó a ofrecerle un voto de lealtad.

Los informes de este martes, de que el presidente trató de conseguir que dejara de lado la investigación de Flynn sólo han complicado la situación.

Las desventuras políticas de Comey pueden ofrecer a los republicanos la oportunidad de cuestionar sus motivos, en caso de que testifique, y el Partido Republicano está con el ánimo para defender a su presidente, cuyas excentricidades en los últimos días han puesto a prueba la paciencia de sus partidarios.

Lee: Wall Street cierra mixto tras el despido del jefe del FBI

Falsedades, exageraciones y falacias descaradas

Pero también es posible que, dada la historia de repetidas falsedades, exageraciones y falacias descaradas de su gobierno, sobre temas como el tamaño de la multitud en su toma de posesión o las afirmaciones de que el expresidente Barack Obama espiaba telefónicamente la Trump Tower, Trump quizás no sea un testigo particularmente creíble ante la opinión pública.

Y no hay garantía de que la Casa Blanca pueda rectificar su historia.

En los últimos días, Trump ha contradicho repetidamente a su propio equipo de prensa mientras trabajan para desactivar las múltiples tormentas de fuego en Washington.

Como Comey daría testimonio del Congreso, y Trump podría dirigir al púlpito supremo, ambos hombres estarían luchando por la victoria ante la opinión pública.

Comey, en el mismo acto de tomar notas sobre sus conversaciones con Trump, parece haber indicado que al menos consideraba al presidente un personaje problemático que podría envolverlo en futuras controversias.

Trump ya ha dejado en claro su profunda antipatía hacia Comey. Tras despedirlo, Trump le dijo a NBC News que el director del FBI era un "fanfarrón" y un “teatrero”, a quien había estado planeando deshacerse de él durante meses.

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Esas impresiones poco halagadoras no mejorarán si Trump, el showman en sí mismo, sintoniza la televisión por cable para ver cómo Comey protagoniza una audiencia que mantiene al resto del país en ascuas.

Pero el resultado de su duelo público podría servir de mucho para dictar el destino de la presidencia de Trump. Si los aliados de Trump no pintan a Comey como una figura desacreditada, él podría infligir un profundo daño político al presidente.

Ya era inmediatamente perceptible a raíz de las revelaciones de este martes que los republicanos en el Capitolio estaban más desconfiados de apoyar al presidente de lo que habían estado en ocasiones anteriores.

Una actuación incriminatoria de Comey podría aumentar más sus dudas y dejar a Trump en un profundo peligro político si sus supuestos errores persuadieran incluso a un Congreso republicano a considerar los procedimientos de la impugnación.

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