Se reducen las opciones de EU respecto a Corea del Norte
Con su cuarta prueba de misiles en cuatro días, Corea del Norte hizo un duro recordatorio a Estados Unidos de que su programa de armas no va a desaparecer.
Tokio y Washington solicitaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) después de que Pyongyang lanzó un misil sobre la isla japonesa de Hokkaido .
La reunión tuvo lugar el martes en Nueva York, dijeron a CNN dos diplomáticos de la ONU.
En total, Corea del Norte ha disparado 21 misiles durante 14 pruebas desde febrero, perfeccionando aún más su tecnología con cada lanzamiento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que “el mundo ha recibido el mensaje más reciente de Corea del Norte”, agregando que Pyongyang “ha señalado su desprecio por sus vecinos, por todos los miembros de las Naciones Unidas y por las normas mínimas de comportamiento internacional aceptable”.
“Las acciones amenazantes y desestabilizadoras solo aumentan el aislamiento del régimen norcoreano en la región y entre todas las naciones del mundo”, dijo en un comunicado. “Todas las opciones están sobre la mesa” .
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Los medios estatales de Corea del Norte aún no han reconocido el lanzamiento del martes, pero un comentario reciente publicado por la agencia estatal de noticias KCNA acusó a Trump de ser una “fuente de dolor(es) de cabeza en casa y en el extranjero”.
“Trastornado por los exitosos lanzamientos de prueba de ICBM (misil balístico intercontinental, por sus siglas en inglés) (de Corea del Norte), Trump se descontroló, hablando de 'fuego y furia' sin precedentes en el mundo”, dijo KCNA, acusando a Trump de agregar “combustible a la agravada situación ”.
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¿Más sanciones?
Aunque la reunión está en la agenda, no está claro qué puede hacer el Consejo de Seguridad para impedir que Corea del Norte dispare más misiles.
A principios de este mes, se impuso una nueva ronda de sanciones a Corea del Norte en un esfuerzo por frenar la capacidad del país para obtener dinero extranjero, parte del cual ayuda a financiar su programa armamentista.
Sin embargo, en lugar de funcionar para frenar las pruebas de misiles de Pyongyang, la campaña de presión internacional parece haber endurecido la determinación del régimen.
“La conclusión es que volaron un misil sobre un país vecino sin avisarles”, dijo John Delury, profesor de la Escuela de Postgrado de Estudios Internacionales de la Yonsei University.
"Estas pruebas de misiles de Corea del Norte son emblemáticas del dilema de seguridad actual en el que hay partes hostiles tomando medidas para disuadir al otro, y cada mejora de la capacidad de disuasión de un lado es una provocación para el otro lado”.
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Opciones
El gobierno de Trump está llevando a cabo una campaña de “presión pacífica” para presionar por la desnuclearización de la península coreana.
Estados Unidos ha dicho que no busca el cambio de régimen, pero Corea del Norte dice que necesita desarrollar su programa de armas para prevenir una inminente invasión estadounidense.
Aunque la Casa Blanca dice que prefiere la diplomacia cuando se trata de lidiar con Pyongyang, las conversaciones no serán incondicionales y una opción militar permanece “sobre la mesa”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo que Corea del Norte, al cual Estados Unidos ha acusado de incumplir acuerdos anteriores, debe ofrecer algún tipo de prueba de que negociará de buena fe.
Dijo la semana pasada en un informe del Departamento de Estado que la reciente falta de pruebas de misiles podría haber sido “la señal que estamos buscando”.
El lanzamiento del martes, sin embargo, ha cambiado el juego, argumenta Adam Mount, del Center for American Progress.
“Si teníamos una ventana en agosto, esa ventana está cerrada, lo que no significa que las conversaciones sean imposibles, pero significa que se requiere de un esfuerzo aun mayor por parte de Estados Unidos”, dijo.
Mount sostiene que Estados Unidos no ha hecho un trabajo suficientemente bueno para telegrafiar lo que constituye un comportamiento aceptable por parte de los norcoreanos y lo que debería esperar recibir.
Algunos de los comentarios del presidente Trump —como cuando dijo que Corea del Norte “se enfrentaría con fuego y furia” si el país continuaba amenazando a Estados Unidos— pueden crear buenos titulares, pero son demasiado amplios para tener algún efecto disuasorio tangible, dijo.
“Estados Unidos no ha generado una respuesta coherente y contundente ante Corea del Norte”, dijo Mount. "Si no hay una respuesta específica ajustada a esto para impedir que esto suceda en el futuro, seguirá ocurriendo”.
Bruce Bennett, investigador principal de RAND Corporation, que se especializa en Corea del Norte, dice que Estados Unidos necesita restablecer su credibilidad con una respuesta militar específica.
“Esa acción militar podría incluir volar un misil de crucero Tomahawk sobre Corea del Norte y directamente sobre Pyongyang para ilustrar que dos pueden jugar en este juego”, dijo Bennett.
“Estados Unidos tiene que recurrir a una estrategia más multidimensional y creciente que minimice la probabilidad de una escalada importante en Corea del Norte, pero que aún así golpee a Corea del Norte, imponiendo costos significativos”, dijo.
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Realidad
Después de cinco pruebas nucleares y dos lanzamientos exitosos de misiles balísticos intercontinentales, la mayoría de los expertos creen que ya no existe la oportunidad de impedir que Corea del Norte desarrolle un arma nuclear que pueda afectar a Estados Unidos.
Los intentos de extraer las armas de Corea del Norte —donde la inteligencia confiable es escasa— podrían ser increíblemente riesgosos.
“Si los atacamos después de que tengan las armas nucleares, no es una guerra preventiva”, dijo Jeffrey Lewis, experto en no proliferación del James Martin Center for Nonproliferation Studies del Middlebury Institute of International Studies, en un podcast reciente.
Incluso si no se usan armas nucleares, las enormes reservas de artillería de Corea del Norte podrían devastar la capital surcoreana Seúl y sus alrededores. El ejército japonés probablemente no tiene la capacidad para responder con fuerza sin la ayuda de Estados Unidos, ya que cuenta con una fuerza principalmente defensiva.
El diálogo incondicional es una de las pocas opciones restantes que algunos observadores de Corea del Norte piensan que deberían ser probadas.
Castigar a Corea del Norte por sus pruebas de misiles —que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas le ha prohibido realizar— es “la reacción en contra más lógica, pero no cambia el resultado”, dijo Delury. “Simplemente continúa por esa trayectoria".
“Realmente no hay una buena opción”, dijo a CNN Robert Kelly, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Pusan de Corea del Sur.
“Si la existiera, no estaríamos hablando de esto cada pocos meses. Nadie sabe qué hacer con Corea del Norte”.
¿Por qué Corea del Norte quiere armas nucleares y misiles?
Corea del Norte ha sostenido desde hace mucho tiempo que quiere armas nucleares y misiles de largo alcance para impedir que Estados Unidos intente derrocar al régimen de Kim Jong Un.
Pyongyang observa a Estados como Irak —donde el exdictador Saddam Hussein fue derrocado por Estados Unidos— y Libia —donde el difunto líder del país, Moammar Gaddafi, renunció a sus ambiciones nucleares a cambio de alivio de las sanciones y asistencia, solo para ser derrocado y asesinado después de que Estados Unidos intervino en los disturbios civiles del país—, y cree que la única manera de evitar una intervención militar estadounidense es ser capaz de amenazar a Estados Unidos con un ataque nuclear en represalia.
Muchos expertos creen que Corea del Norte no usaría las armas primero. Kim Jong Un valora la supervivencia de su régimen por encima de todo y sabe que el uso de un arma nuclear iniciaría una guerra que no podría ganar, dicen los analistas.
Richard Roth y Brad Lendon de CNN contribuyeron a este informe.