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OPINIÓN: ¿Cómo alimentar a 9 mil millones de personas?

En el siglo XXI no solo nos enfrentamos a una crisis ecológica, también nos enfrentamos a una crisis de salud pública cuando se trata de la seguridad alimentaria.
sáb 11 marzo 2017 06:00 AM
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Contraste Casi 2,000 millones de personas tienen sobrepeso u obesidad, mientras otros encaran una grave falta de proteínas, pues más de 700 millones de personas sufren de hambre. (Foto: strixcode/Getty Images/iStockphoto)

Nota del editor: Mark Driscoll es el responsable del Programa de Alimentación Sostenible de Forum for the Future, una organización internacional sin fines de lucro que promueve el desarrollo sostenible. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(CNN) — ¿Cómo podemos alimentar con suficiente proteína a nueve mil millones de personas de una manera que sea asequible, saludable y buena para el medio ambiente?

Es una pregunta difícil y las respuestas no son simples, pero una coalición única de empresas, académicos, organizaciones de la sociedad civil y organismos gubernamentales se han unido para intentar encontrarlas a través de la iniciativa Protein Challenge 2040 (el Reto Proteico).

Hoy la proteína está bajo los reflectores como nunca antes. Es fundamental para la salud humana, pero la forma en que actualmente la producimos y consumimos supone una enorme presión para la salud de nuestro planeta y de nuestros cuerpos.

Ante la creciente proporción del mundo que consume dietas a base de carne, una población mundial cada vez más numerosa y los impactos proyectados del cambio climático, Protein Challenge 2040 cree que debemos actuar ahora.

OPINIÓN: Las causas de la crisis alimentaria, ¿dónde buscar las respuestas?

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Demasiada proteína destinada al ganado

Vivimos en un mundo loco donde más del 50% de la proteína vegetal cultivada y de buena calidad que podría alimentar a las personas (trigo, soja, etc.), se le da a los animales.

Además, una buena proporción de peces capturados en su medio natural se destina para producir forraje para animales de granja y peces. El sistema proteico es excesivamente dependiente de la soja para el forraje, y el cultivo de soja provoca a su vez la deforestación.

Por lo tanto, no basta con encontrar formas más sostenibles de cultivar; también se trata de encontrar alternativas y hacer frente a la demanda.

Pero el panorama es complejo. Algunos de nosotros comemos proteína de sobra; casi 2,000 millones de personas tienen sobrepeso u obesidad. Mientras otros encaran una grave falta de proteínas, pues más de 700 millones de personas sufren de hambre.

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Ambas circunstancias están asociadas con importantes riesgos para la salud. Algunas proteínas tienen más valor nutricional que otras, y algunas, particularmente las proteínas de origen cárnico, implican un uso intensivo de recursos y crean muchos impactos planetarios dañinos como las emisiones de gases de efecto invernadero, el excesivo consumo de agua y la destrucción de hábitats valiosos alrededor del mundo.

Más proteínas vegetales

Si bien no pretendemos tener todas las respuestas, tras una investigación exhaustiva y dos años de participación de más de 200 partes interesadas, el equipo internacional Protein Challenge 2040, impulsado por el organismo internacional de sostenibilidad Forum for the Future, está trabajando en tres áreas de acción.

Creemos que se precisa de un enfoque "sistémico", que significa abordar múltiples áreas al mismo tiempo, para alcanzar la escala de impacto que necesitamos.

Nuestro primer objetivo es aumentar la proporción de proteínas vegetales dentro de nuestras dietas y aumentar la gama de opciones sabrosas disponibles.

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En Occidente consumimos demasiada proteína animal, y la demanda también está creciendo exponencialmente en países en desarrollo, como China e India.

Sin embargo, no es fácil cambiar la dieta; a menudo los menús se centran en la carne como la estrella del plato y las opciones "vegetarianas" tienen poco contenido proteico, por no hablar de lo poco apetecibles que son. Trabajamos con chefs, compañías de servicio de alimentos y escuelas para desarrollar recetas, menús y productos más basados en los vegetales, de modo que haya una gama mucho más amplia de opciones proteicas deliciosas y sostenibles disponibles para las personas fuera de sus hogares.

Forraje sostenible

También estamos buscando hacer que el pienso o forraje, esto es, la alimentación de los animales, sea mucho más sostenible.

En los últimos 60 años, los bovinos, las gallinas, los cerdos y los peces se han alimentado cada vez más de granos, soja y harina de pescado. Muchas de estas materias primas son fuentes proteicas de alta calidad que podrían utilizarse para el consumo humano, particularmente en lugares donde la deficiencia de proteínas es común.

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Además, el uso de pescado como alimento para animales repercute en nuestros ecosistemas oceánicos. El desarrollo de nuevas fuentes de forraje (insectos, gramíneas, leguminosas, etc.) es crítico. También estamos trabajando con la industria del forraje para desarrollar una herramienta sencilla que pueda guiarlos hacia la toma de mejores decisiones, ofreciéndoles la información que necesitan de forma visible y comprensible.

Menos desperdicio

Por último, estamos trabajando para reducir los desechos de alimentos a lo largo del sistema proteico.

Globalmente, el 30% de todos los alimentos producidos se desperdicia, y una buena parte podría convertirse en fuentes de proteínas útiles. Estamos explorando nuevas maneras de ayudar a las pequeñas empresas a reducir la proteína residual y reutilizarla para que pueda ser empleada para crear nuevos productos que puedan consumir las personas.

En el siglo XXI no solo nos enfrentamos a una crisis ecológica, también nos enfrentamos a una crisis de salud pública cuando se trata de la seguridad alimentaria.

La proteína va al corazón de estas cuestiones. La colaboración es clave para encontrar las soluciones que necesitamos, y la iniciativa Protein Challenge 2040 es un gran lugar para comenzar.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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