OPINIÓN: China no rescatará a Trump en el tema de Corea del Norte

Nota del editor: Adam Catcarth da conferencias sobre Historia de China y Asia en la Universidad de Leeds, en Reino Unido, y es editor del sitio web SinoNK.com. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) — En lo que respecta al teatro geopolítico, nadie puede acusar a la dirigencia de Corea del Norte de falta de oportunidad. Aunque Kim Jong Un haya pasado desapercibido las pasadas dos semanas, ha regresado con todo .

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La prueba de un misil balístico intercontinental, el Día de la Independencia de Estados Unidos, pone a la presidencia de Trump y a sus colaboradores bajo aún más presión para encontrar una forma de frenar el impulso de Corea del Norte.

Los expertos estadounidenses han dicho que esta prueba representa un avance importante y que es probable que alcance Alaska , si no es que al resto del Estados Unidos continental.

Jeffrey Lewis, del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en California, Estados Unidos, señaló que legamos a este punto lógico gracias a un patrón claro de aceleración de las pruebas norcoreanas y de la progresión de sus capacidades en misiles.

En pocas palabras: los norcoreanos se están apegando a un plan. Confían en sus avances, parece que los años de sanciones no los detienen y que están a punto de librar un obstáculo más en su intento de construir su propio disuasivo nuclear. Las armas más nuevas de Corea del Norte no hacen inútil la enorme inversión de Estados Unidos en armas nucleares y tecnología antimisiles, pero parece poco probable que los programas del gobierno norcoreano den marcha atrás.

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La cobertura de este lanzamiento en la prensa china mostró la típica ambivalencia de su actitud hacia Corea del Norte. No dan la impresión de que esté cundiendo el pánico; los expertos chinos manifestaron que dudan de la confiabilidad de los misiles norcoreanos.

Yang Chengjun, investigador retirado de la Fuerza de Misiles del Ejército Popular de Liberación, dijo que los norcoreanos no han tenido éxito en una verdadera prueba "intercontinental" y que todavía no superan varios obstáculos técnicos.

En vista de lo extraño de su actividad reciente en Twitter, uno podría pensar que la respuesta pública de Donald Trump a la provocación de Corea del Norte sería amenazar con derribar a Kim o manifestar a gritos su intención de desplegar más caravanas navales a la región. Sin embargo, Trump se mostró relativamente moderado y mencionó a dos de los aliados de Estados Unidos en la región; luego, manifestó que esperaba que China (no las fuerzas armadas estadounidenses) le pusiera el alto a Corea del Norte.

Desafortunadamente para Trump, los norcoreanos estaban esperando el momento preciso en el que ocurriría algo predecible: esperaron a que las tensiones latentes en la relación entre Estados Unidos y China se hicieran evidentes para lanzar su primer misil. Así, es poco probable que China acceda a las peticiones de Trump.

Hace apenas unos días, Trump tuvo una conferencia telefónica prolongada con Xi Jinping, el presidente de China. Según la prensa estatal china, le dejó en claro a Trump que aunque se habían logrado avances en la relación entre Estados Unidos y China, aún hay tensiones entre ambas superpotencias a causa de "factores negativos".

Esta llamada tuvo lugar poco después de que Estados Unidos aprobara la venta de un paquete de armas de 1,400 millones de dólares a Taiwán, país al que China considera una provincia renegada. Esto socava la antigua política estadounidense de reconocer a Beijing como líder de una China unificada.

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También es posible de que Xi se haya quejado con Trump de los actos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, principalmente de la implementación de " sanciones secundarias " al pequeño pero crucial Banco de Dandong.

¿Acaso China atacará a Corea del Norte o trasladará tropas a la frontera para intimidar a Kim justamente en el momento en el que el joven líder de Corea del Norte blande misiles nuevos?

Aunque se habló mucho de las maniobras de las tropas chinas durante la crisis de abril, parece extremadamente improbable que eso ocurra en las circunstancias actuales.

En su deseo de que China adopte una postura más firme ante Corea del Norte, Trump se encuentra con la oposición de la dirigencia china… o de los bancos chinos.

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El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, está tomando medidas constantes para adoptar una postura defensiva más firme, pero toda la región seguramente retrocederá si Trump le pide abiertamente a Japón que recurra a su armamento nuclear o que considere atacar a Corea del Norte.

El nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, llegó hace poco a Washington, lo que se tradujo en una postura severa ante Corea del Norte. Pero Moon también llevó un mensaje moderador a Trump porque prefiere un enfoque de acercamiento gradual con Corea del Norte.

nullEl problema con Corea del Norte sigue siendo tan claro como siempre. A pesar de la sequía que asuela a las provincias agrícolas de Corea del Norte, de la falta casi total de conectividad a internet y de que la economía sigue dependiendo en gran medida del trabajo "voluntario" para la remoción de rocas y la excavación de zanjas, los técnicos nucleares y de misiles de Corea del Norte encontrarán la forma de hacerse con los recursos que necesitan para seguir con las pruebas.

Trump puede esperar que los chinos y sus aliados en la región lo rescaten. Pero para que eso ocurra, Trump tendrá que reconocer los límites de Estados Unidos en lo que respecta a su trato con China y Corea del Norte y tendrá que dejar de provocar tantas tensiones en la región. Hasta que esto ocurra, lo único que tendrá son esperanzas.

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