OPINIÓN: La Inteligencia Artificial ratifica su valor estratégico en 2018

Nota del editor: Eduardo Morali es director general de Cognitiva México. Tiene más de 40 años trabajando con empresas globales y multinacionales en la industria de TI y telecomunicaciones, en áreas de administración, finanzas, ventas, marketing y gestión general. Destaca su paso por empresas como IBM México, NCR de México, Alestra, CISCO Systems, Polycom y E-Level Consulting. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(Expansión) – Cuando un año se acerca a su fin, es muy tentador plantearse un tema: ¿qué nos depararán los próximos 12 meses? En materia de Inteligencia Artificial (IA), una reflexión de este tipo ofrecerá buenas razones para el optimismo.

En primer término, durante el ciclo que está por concluir, la apreciación de la IA siguió alejándose de los territorios de la fantasía apocalíptica y fortaleció su posición como un tema de la mayor trascendencia para el avance económico y social. El ámbito empresarial, en ese sentido, es uno de los casos más significativos.

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De acuerdo con una encuesta global , realizada en la primavera de 2017, más del 80% de las organizaciones (de 112 países y 21 industrias) considera a la IA como una oportunidad estratégica, la cual permitirá desarrollar o mantener ventajas competitivas.

Esta perspectiva detonará el gasto en servicios y tecnologías de IA, cuyo monto podría alcanzar los 6,000 millones de dólares (mdd) al cierre de 2018 (en camino hacia los 29,000 mdd que se estiman para 2021). Para otras fuentes -habría que apuntarlo- esas cifras proyectan un escenario excesivamente conservador.

Una cuota importante de dicho expendio, según distintos estudios, se concretará en un aspecto clave de 2018: muchas personas, quizá sin saberlo, estarán interactuando con un elemento de IA; ya que las áreas de Mercadotecnia y Atención al Cliente -de múltiples industrias- serán de las que más inviertan en esta innovación.

nullPor ello, en el año que está por iniciar, el 30% de nuestras interacciones con la tecnología implicará una “charla” con una entidad de IA; los asistentes inteligentes influirán en el 10% de las decisiones de compra ; y para finales del periodo, más del 80% de las relaciones con consumidores estará en manos de la Inteligencia Artificial.

Este despliegue de la IA, cercano a la gente y útil para la vida diaria, ayudará a reafirmar los valores de esta tecnología, los cuales tienden a ser malinterpretados (robots sustituyendo a seres humanos). En ese sentido, 2018 puede ser el año en que, al observarla en acción, logremos dimensionar los beneficios de la verdadera Inteligencia Artificial, que varias investigaciones no han dudado en señalar.

Por ejemplo, una consultora , tras analizar los casos de compañías que ya usan esta innovación, ha detectado que la IA puede contribuir con incrementos de más del 10% en ventas de nuevos productos y servicios, eficiencia operativa y satisfacción del cliente -y apenas en esta fase temprana de adopción. Asimismo, otra investigación afirma que la tecnología de IA, para 2030, podría incrementar el producto interno bruto (PIB) mundial en un 14% (el aumento equivaldría a 15.7 billones de dólares); con Latinoamérica impulsando su PIB regional en 5.4%.

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En este contexto de mayor interés por la innovación, las organizaciones mexicanas que aún no apuestan por la IA -o no se atreven a realizar despliegues amplios de la tecnología- deberían atender un consejo de los expertos , el cual tendríamos que definir como una estrategia obligada para 2018: plantear las preguntas correctas para encontrar el verdadero valor de negocio de la IA.

Cuando una empresa considera la opción de la Inteligencia Artificial, no es raro que se cuestione cómo puede aprovechar un asistente virtual cognitivo y qué beneficios tendría utilizar una aplicación que entienda el lenguaje natural. Para 2018, el enfoque, apuntan los conocedores , tendría que ser muy distinto: aprovechar la IA para innovar con propósito, y no hacerlo por simplemente alinearse a una tendencia.

Esto implicará una óptica distinta, la cual incluye planteamientos como: ¿qué tareas repetitivas impiden que el personal se dedique a funciones más creativas?, ¿por qué el servicio de soporte y asistencia está mal calificado por los clientes?, ¿qué debería hacer la organización para entregar la mercancía correcta, en el momento óptimo, en la cantidad exacta y con el precio ideal?

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Dichas cuestiones, durante los próximos 12 meses, tendrían que conducir la adopción de soluciones de IA, de lo contrario, la innovación terminará aplicándose en áreas donde el impacto será mínimo, y no en las funciones en las que la tecnología marcará una diferencia real en el rumbo del negocio. Y en este sentido, el periodo por iniciar nos dará una valiosa lección: en 2018, de acuerdo con un estudio , el 75% de los proyectos de IA será replanteado por descuidos a la hora de considerar factores operativos.

En todas las latitudes del mundo -y México no será la excepción-, 2018 se anuncia como un año de enormes desafíos. Por fortuna, también será una oportunidad para revalorar a un aliado extraordinario, ideal para superar los retos y al que no siempre valoramos con equidad: la Inteligencia Artificial.

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