De Wall Street a Silicon Valley, las tecnológicas seducen a exbanqueros
A finales de 2014, cuando Snapchat ya era lo suficientemente grande , con una valuación de 10,000 millones de dólares y Evan Spiegel, de 24 años en ese momento, buscaba que su empresa fuera tomada en serio, dio paso a contratar a Imran Khan, un banquero que lideró la exitosa Oferta Pública Inicial (OPI) de Alibaba, la más grande en la historia a nivel global.
Khan, nacido en Bangladesh, fue nombrado en enero de 2015 como director de estrategia de Snapchat.
El ejecutivo con Licenciatura en Administración de Empresas y especialización en Finanzas y Economía por la Universidad de Denver se había desempeñado antes solo en el sector financiero y de banca, pero ya había tenido contacto con empresas de tecnología.
Previo a unirse a Snapchat, el ejecutivo se desempeñó por cuatro años como director de la división de banca de inversión en Credit Suisse donde lideró la OPI del gigante chino Alibaba que levantó 25,000 millones de dólares, colocándola como la más grande en la historia.
Cuando Khan se unió a Snapchat, varios medios especializados apuntaron la contratación del financiero para preparar a la compañía para su salida a bolsa.
Khan también se desempeñó como analista de inversión de J.P. Morgan de 2004 a 2011.
Pese que para los millennials emplearse para una tecnológica puede ser un sueño motivado por la cultura laboral, lo cierto es que ejecutivos de la talla de Khan son atraídos por las tecnológicas por las excelentes remuneraciones. El año pasado Khan recibió 5.5 millones de dólares como paga. Además cuenta con 2.8 millones de acciones de Snap Inc, empresa matriz de Snapchat, que hicieron que sumara a su patrimonio 22.4 millones de dólares el día que la empresa salió a bolsa.
CONTROLANDO AL GIGANTE DE INTERNET
Ruth Porat, ex Morgan Stanley y actual directora financiera de Alphabet, firma matriz de Google, es otro caso de banqueros que migraron de Wall Street a Silicon Valley.
La ejecutiva se integró como CFO (Chief Financial Officer) de Google en marzo de 2015, con la indicación de poner orden en las finanzas del gigante del internet en un contexto donde los inversionistas cuestionaban con insistencia a Sergey Brin y Larry Page, fundadores de la empresa, sobre las inversiones realizadas en los moonshots o proyectos futuristas de Google.
“Veo que podemos aprender de Ruth a medida que continuamos innovando en nuestro negocio principal - de búsqueda y anuncios, para Android, Chrome y YouTube - mientras invertimos de una forma más inteligente, y disciplinada en nuestra próxima generación de grandes apuestas”, señaló Page cuando el anuncio de la contratación de Porat.
A casi tres años de que la ejecutiva, que anteriormente colaboró para Morgan Stanley por 31 años jugando varios roles importantes, entre ellos vicepresidenta de inversiones y colíder de inversiones en tecnología, la acción de Alphabet se ha apreciado 46.51%.
Mientras que las apuestas de Google comienzan a rendir frutos . Durante 2016, los ingresos generados por dicha división fueron de 809 millones de dólares.
UN AVE INDOMABLE
Anthony Noto, exempleado de Goldman Sachs, decidió en 2014 emprender el vuelo hacia Twitter.
Noto quien posee grados de ingeniería mecánica por la Academia Militar de Estados Unidos se unió como CFO de Twitter en 2014. Hoy se desempeña también como director operativo de la red social, mientras la empresa fundada Jack Dorsey lucha por ser un medio social atractivo para usuarios y anunciantes.
Desde noviembre de 2016 ocupa ambos cargos en tanto la tecnológica encuentra un nuevo director financiero.
Antes de unirse al equipo de Dorsey, Noto trabajó de 2010 a 2014 como líder de inversiones en tecnología, medios y telecomunicaciones en Goldman Sachs. Previo a ese puesto fue CFO de la NFL, convirtiendo a la Liga Nacional de Futbol americano en un gran negocio de medios.
Como director financiero de Twitter, Noto enfrenta varios retos. Uno de ellos es hacer frente a las críticas de los inversionistas por el débil crecimiento en la base de usuarios y en el lento desempeño en las ventas de la red social en los últimos años.
Solo en el último año el precio por acción de Twitter decreció 15.76.