Dibujar en aviones: el arte de un viajero frecuente
¿Qué hiciste en tu último viaje en avión? ¿Dormir, ver una película, escribir correos electrónicos?
El arquitecto John Gardner, viajero frecuente por negocios, ha encontrado una manera de convertir esos viajes en un escape artístico. El ejecutivo radicado en Bermudas pasa ese tiempo en el avión dibujando las vistas y escenas que observa a bordo.
"Dibujar es una buena alternativa a tomar fotos, ya que es hacer algo a mano, y anima a ver y recordar e interpretar", dijo Gardner a CNN Travel.
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Gardner, quien se formó en la Escuela de Diseño Rhode Island (RISD), tiene una agenda ocupada, como muchos viajeros de negocios.
"En este momento estoy enseñando arquitectura avanzada en la Rhode Island School of Design, y estaré yendo cada fin de semana a Boston desde Bermudas", explica el profesional de 58 años.
"Estoy haciendo dos vuelos y dos dibujos a la semana", agrega. "Estoy en una intensa fase en este momento, es divertido".
Las actividades artísticas de Gardner en los aviones se traslapan con su trabajo diurno, pero también le permiten experimentar con un medio diferente.
"En mi trabajo de arquitecto imagino cosas, generalmente son edificios y espacios", dice. “En este caso estoy dibujando lo que veo”.
Lo que Gardner ve incluye los rostros de otros pasajeros, tazas de café manchadas y pretzels desmoronados, el detalle intrincado de las cortinas y el tiempo pasado en la terminal.
Los resultados son dibujos llamativos, sus pinturas llenas de color captan la vida a través de la lente del viajero de negocios. A veces los bocetos son abstractos, evocando un sentido general de la experiencia a bordo con imágenes superpuestas de uniformes de aeromozos, computadoras portátiles y otros pasajeros.
Otras veces son estudios más detallados de escenas de la línea aérea.
"Es un escape creativo", dice Gardner. "Me parece que el tiempo en el avión es realmente muy valioso porque no hay nada más que me distraiga".
Inspiración
Para el arquitecto se ha vuelto un reto creativo buscar los temas que todavía tiene que pintar. "Es difícil dibujar y pintar lo que es esencialmente la misma vista", dice. "Pero el estilo puede cambiar y si miro lo suficiente o me relajo y solo empiezo a dibujar, salen cosas interesantes".
Particularmente disfruta dibujando a los sobrecargos. "Son difíciles de dibujar porque se mueven constantemente", explica. "Así que lo que hago es tomar unas cuantas fotos en mi iPhone y luego hago bocetos sin mucho detalle para después afinarlos".
Gardner está lleno de elogios para la tripulación de cabina. "Los auxiliares de vuelo son increíbles", dice. "Nunca he tenido una mala experiencia, se interesan mucho en lo que hago, así que a veces les doy mi cuaderno de bocetos y se lo llevan a la cocina y le toman fotos. Algunos de los bocetos llevan su nombre escrito".
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Sorprendentemente, Gardner dice que las condiciones del avión se prestan perfectamente para la pintura.
"La mayoría de mis bocetos son a lápiz y tinta y acuarela", dice. "Lo mejor de la acuarela en los aviones es que la humedad es muy baja, por lo que puedes pintar y se seca muy rápido, lo que es realmente agradable".
Gardner dibuja en cada situación que puede -aparte del despegue y del aterrizaje– en cualquier cabina en la que esté.
"Lo que hago es pedir dos vasos de agua y un café, bebo un vaso y el otro es para la pintura. ¡Trato de no tener un accidente cuando el espacio es pequeño!"
Naturalmente, siempre es más fácil si vuela en clase ejecutiva, pero en clase turista, los asientos del pasillo funcionan mejor.
"Es prácticamente imposible pintar en el asiento del medio con dos pasajeros a cada lado", dice. "Todo lo coloco en la parte superior del cuaderno de bocetos y se ponen nerviosos de que derrame el agua sobre ellos".
Sin embargo, los compañeros de viaje de Gardner se muestran mayoritariamente inmutables a su trabajo creativo, incluso cuando son el tema de su ojo artístico.
"Los pasajeros no suelen saber que los estoy dibujando y les pregunto si están sentados a mi lado", dice. "Siempre responden, 'sí, eso es genial'".
En la terminal, Gardner suele dibujar caras desde lejos. También está interesado en la limitada iluminación a bordo.
Refiere inspiraciones como “la luz de las ventanas, el patrón de los asientos, las luces rojas, las ubicuas señales de salida, la comida delante de ti, la ingeniería industrial, los grises y los azules”.
Feedback mundial
Como bien sabe el viajero frecuente, el tiempo en el avión puede ser agotador y frustrante.
Para Gardner, sus bocetos le permiten apreciar lo cotidiano y encontrar satisfacción en lo mundano.
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"Hace que el recuerdo del vuelo sea particularmente interesante", dice. “Más interesante que si hubiera subido y bajado sin más”.
"Al final del vuelo, miro el boceto y revela algo sobre el ambiente en el que estaba", cuenta. "Algo que no estaba buscando, pero sucedió."
Gardner ha estado dibujando intensamente durante los últimos cinco años, y tiene un cuaderno de bocetos desde sus días de estudiante, pero apenas recientemente ha comenzado a compartir su trabajo con un público más amplio.
"He sido muy reservado respecto a mi obra, porque lo que he sido es un arquitecto", dice.
"En los últimos años he estado explorando dedicarle más energía, con la visión de ser un artista más serio".
Fueron los estudiantes de Gardner en la escuela de diseño quienes lo animaron a compartir sus dibujos en las redes sociales. "Me impulsó la generación más joven", dice. "Y yo estaba bastante cómodo en mis propios términos de que [mis dibujos] estaban listos para salir ahí afuera".
Ahora tiene una cuenta de Instagram, etiquetando su obra a bordo con el hastag #paintingonplanes .
Gardner ya está inspirado y emocionado por la retroalimentación virtual. "La respuesta es enorme, personas de todo el mundo que miran tu trabajo", dice. "Creo que es fascinante, y entonces veo lo que les interesa y tengo una perspectiva más amplia de lo que está pasando en el mundo".
Apreciar lo cotidiano
Gardner también anima a otros a seguir sus pasos y encontrar nuevas maneras de apreciar su viaje y la rutina diaria, ya sea a través de dibujos u otros medios.
El truco, dice, es compromiso y paciencia.
"La clave es tener un cuaderno de bocetos y llevarlo contigo a todas partes", aconseja. "Cuando tienes un momento libre, ya sea en el avión o en una cafetería o esperando en el aeropuerto, empieza a dibujar y dibujar [...] te sorprenderá a dónde te lleva en uno, dos o cinco años".
Para Gardner ha sido una experiencia revolucionaria. "Dibujar y pintar en el aire es un ejercicio maravilloso y gratificante. Creo que bocetar y dibujar y pintar es un medio para entender, apreciar y recordar mejor las cosas, incluso si estás sentado en el asiento de un avión".