Tiempo de recuperación
Después de meses de inestabilidad, la sociedad se encamina a la llamada “nueva normalidad” y, por su parte, las Pymes inician un periodo de recuperación, en el cual la administración de sus recursos es vital para seguir operando.
Para su transición, las pequeñas organizaciones deben fortalecer tres debilidades: las severas afectaciones económicas, la necesidad de preparación frente a una emergencia y la adaptación tecnológica como un proceso de supervivencia.
De hecho, para sobrevivir al largo confinamiento, las pequeñas y medianas empresas han tenido que apresurar su paso a la digitalización. Sin embargo, por la premura, las tecnologías que adoptaron no necesariamente adicionaron a sus procesos o su administración. La mayoría se limitaron a innovaciones para habilitar el trabajo a distancia o para abrir canales de ventas que les permitieran mantener un poco de flujo de efectivo.
De ahí que la Alampyme señale que durante la contingencia, la mayoría de las organizaciones operaron en un 20% de su capacidad o decidieron cerrar temporalmente sus operaciones.
Las tecnologías de mayor impacto en los negocios son las que resuelven sus problemas administrativos, facilitan la planificación de estrategias, incluso ante emergencias y, además, facultan a los tomadores de decisiones para operar desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Ante las inéditas vicisitudes que han surgido en lo que va del 2020, QuickBooks ha demostrado ser un aliado de negocios para sus 7 millones de usuarios a nivel global. Entre otras cosas, les ha permitido automatizar procesos como la programación de facturas y reportes, liberando así una gran carga de trabajo y ahorro de tiempo.
La plataforma también les ha dado visibilidad en tiempo real sobre sus ingresos y egresos, así como movimientos bancarios, con lo cual facilitan el manejo de sus finanzas y la gestión de sus recursos para la toma de decisiones inteligentes.
De tal suerte que los usuarios de QuickBooks han contado con la información necesaria y los medios para responder a la crisis. Por lo tanto, estos emprendedores, Pymes y startups ahora disponen de las bases necesarias para rediseñar su estrategia y así apuntar hacia la “nueva normalidad”.