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Checo Pérez, decisiones a 370 km/h

En la carrera hacia el éxito, los errores son una fuente de aprendizaje que puede ayudar a conseguir los verdaderos objetivos.
vie 28 octubre 2016 06:00 AM
Perseguir la meta.
Perseguir la meta. Las decisiones del piloto de F1 han estado orientadas a cumplir su objetivo: llegar a Ferrari. (Foto: Simon Barber)

En septiembre de 2012, durante la llamada ‘temporada necia’ de Fórmula 1 –cuando equipos, pilotos y patrocinadores negocian su futuro para el siguiente año-, Sergio ‘Checo’ Pérez tomó la decisión más importante de su carrera hasta entonces: incursionar en la británica McLaren, una de las escuderías más longevas y respetadas del deporte motor.

“(Ante la invitación) obviamente, lo pensé muy poco, era el equipo del momento. Veía que ahí tenía la oportunidad de ser campeón del mundo, así que fue muy fácil y rápido de tomar”, recuerda el piloto tapatío. Era su segundo año en la máxima categoría del automovilismo deportivo y ya sumaba tres podios con Sauber, su primera casa. Nada podía salir mal, pero su corazonada lo traicionó.

Durante 2013, el rendimiento de los autos McLaren se vino abajo y con ellos, Pérez y su contrato. “Fue muy fuerte porque era mi oportunidad en un equipo grande, algo que no llega muy seguido y, al final, no fue lo correcto”, lamenta el joven, de 26 años.

La toma de decisiones para un piloto en la pista son de milésimas de segundo, explica el consultor en imagen deportiva y experto en liderazgo, Eric Olavarrieta, pues como en cualquier otro escenario de extrema presión, la elección se convierte en una lotería.

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Sin embargo, su acción encerró su más valioso aprendizaje: convertir la presión en motivación y evitar la posibilidad de que abandonara la F1 ese año, a falta de equipo. De último minuto, Force India lo llamó a sus filas, escudería en la que se mantiene y con la que ha subido al podio cuatro veces. “Al final me benefició y crecí como persona. Consiga o no el campeonato mundial, debo aprovechar cada oportunidad que tenga y maximizarla. No lograrlo es mi mayor temor”, enfatiza Pérez, que corre desde los seis años.

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A los 14 emprendió el camino obligado de todo piloto que desea llegar a la F1: correr campeonatos europeos para afinar el manejo y ser visto por los cazatalentos. Vivía en el segundo piso de un restaurante en Alemania. En 2007, en su primera carrera de Fórmula 3, pese a haber arrancado en la pole, chocó en la primera vuelta. Temía que, de no ganar, Telmex –uno de los patrocinadores que lo acompaña desde el inicio– le retirara el apoyo.

“También tenía la presión del equipo, no estaban contentos conmigo”, recuerda. “Y cuando regresaba a mi casa no tenía a dónde voltear o a quién contar mis preocupaciones”. Eso, asegura, desarrolló en él la fortaleza mental que hoy requiere para soportar cualquier adversidad dentro del deporte de élite.

Esta cualidad, según Olavarrieta, es común en los deportistas de alto rendimiento. “Tienen que aprender a vivir con la presión y el miedo al fracaso o están acabados”. El especialista indica que lo anterior se trabaja a diario, con un buen equipo de management.

“Admiro mucho la forma en la que Checo se fortalece durante una crisis”, cuenta Paola Pérez, su hermana mayor y directora de Pérez Racing, el proyecto que coordina la parte comercial del piloto, como patrocinios e imagen, además de la Fundación Checo Pérez, enfocada a niños de escasos recursos.

Pese a que ella, como el resto de su familia, lo han apoyado en lo personal y profesional, el papel de consejero para las decisiones de equipo le corresponde al británico Julian Jakobi, exrepresentante de pilotos como Alain Prost, Jacques Villeneuve y Ayrton Senna. Pero, al final, las decisiones más importantes, dice Checo, recaen en su juicio.

Tres años después de su traspié con McLaren, Pérez se enfrenta de nuevo a un futuro incierto. El piloto decidió continuar con Force India tras barajar la posibilidad de cambiar a Williams o Renault. La razón obedece a una teoría de juegos en la que, de hacer las cosas bien, podría llegar a su meta en 2018: Ferrari.

Este reportaje (nota) se publicó originalmente en la edición de Expansión CEO 1199. Adquiere esta revista o suscríbete a nuestra edición digital en iOS o Android.

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