3 rasgos de liderazgo que comparte un CEO con los pilotos de Fórmula 1
¿Qué tiene en común un piloto de Fórmula 1 con un empresario? Es simple: la fortaleza mental.
Así lo sugiere el especialista en imagen deportiva, Eric Olavarrieta, de la consultora Identidad Deportiva, ya que el deporte y la empresa van de la mano a la hora de ejecutar.
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“Tienen que aprender a vivir con la presión y el miedo al fracaso o están acabados”, dice Olavarrieta, que a través de la firma apoya a deportistas en el manejo y cuidado de su imagen ante el público.
Cuando se trata de calificar a una persona como auténtico líder, asegura, la inteligencia emocional es lo primero que sale a relucir. Es decir, “por más emociones negativas que cargue en su interior, siempre inspirará optimismo y alegría a quienes le rodeen".
De acuerdo con el experto, la Fórmula Uno es un deporte que quizá resalte más el carácter y desempeño de la persona que lo practica, pues, a diferencia de otros -en los que el cuerpo es el único elemento a trabajar- el piloto debe concentrarse no solo en su físico, sino en la estrategia, el trabajo en equipo y la comunicación. “Tal como manejar una empresa”, señala.
A continuación conoce los tres aspectos que ligan a un piloto de Fórmula 1 con la gestión empresarial.
1) Trabajo en equipo. Detrás del piloto hay todo un equipo de ingenieros, inversionistas, patrocinadores y mentores que esperan resultados de las acciones que planearon juntos.
“El grado de conciencia que tengas respecto a tener armonía y entendimiento con el trabajo que realiza cada uno ayuda a fortalecer una imagen positiva”, señala Olavarrieta.
2) Negociación. Ya sea en la pista o fuera de ella, los pilotos están bajo constante escrutinio público, presiones y tiempos, lo que al final puede orillarlos a tomar decisiones equivocadas.
Para sobrellevar lo anterior, la virtud de la templanza es primordial.
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3) El manejo de medios. Cuando se trata de comunicar la filosofía y planes de todo un equipo, la mayoría de las veces el piloto es quien se lleva los reflectores, más allá de lo que digan los dueños o jefes de equipo.
Lo mismo sucede en una empresa y para evitar malos entendidos o declaraciones contrapuestas, la comunicación entre las cabezas principales es vital. Tampoco hay que olvidar las técnicas de expresión. Muchas veces la personalidad de un piloto, como la del CEO, suelen ser introvertida, por lo que su actitud frente al público puede hacer corto circuito con sus palabras.
“El balance entre el lenguaje corporal y oral es vital, porque cada palabra o acción tiene repercusiones”, agrega el experto.