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¿Saliste de la prepa? Tómate (y aprovecha) un año sabático

Utiliza este tiempo para algo más que ver series de televisión, jugar videojuegos y divertirte en fiestas. Los especialistas recomiendan ocuparlo para enriquecer tu perfil académico o personal.
dom 23 julio 2017 07:00 AM
  1. Más allá de la preparatoria

    Exploración temporal.
    Exploración temporal. Un periodo fuera de la escuela puede ser determinante a futuro. (Foto: stockce/Getty Images/iStockphoto)

    No solo sucede en Estados Unidos o Europa, también en México los jóvenes egresados de las preparatorias toman un año sabático antes de entrar a la universidad. Alejandro González Berazueta, director del portal de orientación vocacional Turborienta, afirma que cerca de 10% de los estudiantes con los que trabaja le cuestionan sobre hacer una pausa o no en su camino académico.

    De acuerdo con el especialista, los jóvenes consideran tomar un año sabático principalmente por dos razones: la primera, no saben qué carrera universitaria estudiar y quieren explorar sus opciones. La segunda, reprobaron el examen de admisión a alguna escuela y desean esperar un tiempo para volver a presentarse.

    En cualquiera de los dos casos, o ante otras posibles razones, los expertos en orientación vocacional coinciden en que es importante que durante este tiempo las personas realicen actividades que los enriquezcan, tanto en el perfil académico como el personal. “Es relevante este tiempo fuera de la escuela, especialmente si realmente se dedican a reflexionar e investigar el tema vocacional. No es favorable si van a estar nada más en el videojuego y en las fiestas”, agrega González Berazueta.

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    Daniela Balboa, psicóloga egresada de la Universidad de Monterrey, advierte que tomar ese tiempo sin tener una meta clara puede provocar que los jóvenes se acostumbren a realizar actividades sin objetivo.

    Por ello, lo ideal es que antes evalúen las diversas opciones que tienen, con base en sus áreas de oportunidad, el presupuesto disponible y el tiempo que quieren dedicar a esa actividad. Estudiar, trabajar, practicar algún deporte o realizar un voluntario son algunas de las opciones. Si todavía estás indeciso, responde: ¿en qué quieres enriquecerte este año?

  2. Más y más estudio

    Entre libros.
    Entre libros. Mantener vivos los hábitos de estudios durante este tiempo es positivo. (Foto: Imgorthand/Getty Images/Vetta)

    A sus 18 años, Juliana Garza tomó una decisión: se tomaría un año sabático para pensar, escribir y prepararse académicamente previo a ingresar a la universidad para estudiar Arte. “Antes de tomar otro paso quería entenderme a mí misma”, recuerda.

    Por su cuenta comenzó a estudiar la teoría del arte contemporáneo. La mayor parte de los días de 2008 los dedicó a incrementar sus conocimientos sobre obras, tendencias y representantes. Después ingresó a la facultad de Artes visuales en la Universidad Autónoma de Nuevo León.

    “(Ese tiempo) fue determinante para lo que me dedico, pero también para mí como persona”, detalla la consultora en arte. “Es importante desarrollar punto de vista propio y darte tiempo para eso”.

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    Silvia Salmones Legorreta, directora de la plataforma de orientación vocacional Choose Right, considera que una buena forma de aprovechar el año sabático es obtener conocimientos adicionales antes de ingresar a la universidad, pueden hacerlo de manera independiente o de la mano de algún especialista en el tema.

  3. Prueba de fuego: trabajo

    Un sí al empleo.
    Un sí al empleo. Incorporarse al mundo laboral a edad temprana puede desarrollar habilidades para resolver problemas. (Foto: maximkabb/Getty Images/iStockphoto)

    Luis López tomó medio año sabático en 2008. Lo hizo porque cuando el curso escolar comenzó, no estaba inscrito en ninguna universidad para cursar la licenciatura en Diseño. Así que decidió hacer una pausa y ocupar su tiempo en otras actividades.

    “Mi mamá me dijo que estaba loco si pensaba que no iba a hacer nada. Le conté que quería comprar una batería y resultó que tenía familia en Nueva York, me fui para allá y me conseguí un trabajo de mesero”, dice.

    López asegura que esa decisión le cambió la vida completamente: tomó experiencia en un trabajo duro y en ocasiones tenía jornadas de 18 horas. “Valore la oportunidad que tenía por delante, porque mi situación no era de necesidad sino más bien de ocuparme y ser productivo, me di cuenta de lo afortunado que era de tener acceso a educación”, recuerda.

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    Tuvo tres empleos -siempre como mesero- y luego regresó a México para estudiar Diseño en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Actualmente es cofundador del estudio 23 Design.

    Aunque la experiencia laboral puede ser positiva para los recién egresados de la preparatoria, el director de Turborienta afirma que es posible que les guste recibir su sueldo, quieran seguir trabajando y dejen de estudiar. “Es un pequeño riesgo que se da tal vez en una mínima parte, pero sí sucede”, cuenta.

  4. Fortaleza espiritual y personal

    Nuevas tierras.
    Nuevas tierras. Vivir un periodo fuera del país fomenta la independencia. (Foto: anyaberkut/Getty Images/iStockphoto)

    París recibió a María Fernanda Gándara en 2007, cuando recién había terminado la preparatoria en Monterrey y decidió tomarse medio año sabático. El plan de la adolescente era estudiar francés, lo hizo durante una semana y luego descubrió que los años de estudio previos le habían dado suficiente conocimiento, así que dejó de ser su actividad principal.

    Dedicó sus días a visitar museos, escribir, dibujar, disfrutar de los parques y conocerse a sí misma. “Disfrute al máximo la vida”, recuerda. “Fue un periodo libre, gratuito, donde pude explorar, conocer, vivir. Al ser un tiempo donde no hay preocupaciones, puedes explorarte a ti mismo de manera libre”.

    Antes de viajar a la ciudad francesa, Gándara no tenía claridad sobre qué estudiar. Dudaba entre cursar las carreras de Comunicación, Relaciones Internacionales o Arquitectura. Se decidió por esta última y, después de explorar los terrenos de las causas sociales y la innovación, actualmente emprende con una empresa que ofrece nuevos lugares para laborar.

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    “El mundo tiene tanta diversidad de cosas que pueden ocuparlo de esa manera y hay otras millones de opciones que pueden hacer”, considera Balboa. “Lo que no debe suceder es que un egresado de prepa simplemente se tome ese tiempo para hacer nada”.

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