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5 pasos para detener al acosador en la oficina

Aunque el acoso laboral propicia la pérdida de confianza y seguridad en el trabajador, especialistas aseguran que la renuncia debe ser el último paso para erradicar el problema.
lun 19 agosto 2019 05:30 AM

Ni el salario, ni la distancia. La razón por la que Reyna Monjaraz decidió renunciar a su trabajo fue por el acoso laboral que sufrió durante dos años, mientras se desempeñaba como subdirectora de capacitación en una dependencia gubernamental.

Todo comenzó con la exclusión, pronto evolucionó a la humillación. “Yo no me di cuenta de la realidad. Al principio, incluso, justifiqué el maltrato de mis compañeros con la idea de que yo era el problema”, explica la ahora directora general de Fundación Movimiento, una asociación que busca erradicar el mobbing (acoso laboral).

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Así como Monjaraz, en México hay más personas que también abandonaron su empleo. Tan solo en el primer trimestre del año, 23,542 personas renunciaron por acoso o discriminación, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi),

“Cuando entendí la situación de acoso, y supe que no era mi culpa, entonces decidí abandonar el lugar”, menciona. Pero esta decisión no erradica el problema. Reyna Monjaraz, quien se especializó como terapeuta después de ser víctima de mobbing, tuvo que trabajar durante tres años en su autoestima antes de buscar un nuevo empleo.

La renuncia es solo la solución inmediata. Arleth Leal, directora asociada de la firma de recursos humanos Red Ring, indica que la mejor forma de asegurarse que el acoso no suceda es erradicarlo por completo en las compañías.

“Los empleadores tienen la obligación de identificar cualquier indicio de abuso y establecer límites, ya que el mobbing no sólo afecta la autoestima de los trabajadores vulnerables, sino que interfiere en los niveles de eficacia y productividad de las empresas”, indica.

Para detener a un acosador laboral, las especialistas consultadas ofrecen cinco recomendaciones:

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1. Poner un alto. No existen segundas oportunidades para los acosadores. Desde el primer momento que inicia el maltrato, es necesario enfrentar a la persona violenta. Estos individuos suelen conseguir que otros les hagan el trabajo , demuestran su superioridad ante los demás, no sienten remordimientos ni culpa y manipulan. Por eso, cuando un colaborador presenta estas características es necesario vigilar su comportamiento para evitar que trate de forma despectiva con sus compañeros,

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2. No caer en provocaciones. A los acosadores no les gusta el diálogo, tienen conductas impulsivas y siempre se manejan con una doble cara al interior de la empresa. Mientras con los superiores es amable y obediente, con el resto del equipo es agresivo, esto con la finalidad de eliminar cualquier tipo de competencia. En este sentido, las especialistas recomiendan mantenerse alejados y no caer en su dinámica tóxica, ya que utilizará cualquier recurso hasta lograr que alguien renuncie.

3. Hablar de lo que sucede. Las personas tienen derecho a trabajar en medio de un ambiente sano , por eso tienen que sus malestares. No hay que esperar a que las cosas se calmen o un cambio de actitud del acosador, es imprescindible comunicarlo a un superior para que éste tome cartas en el asunto, siempre y cuando no sea el agresor. En este caso, la recomendación es denunciarlo al parea de recursos humanos con argumentos sólidos.

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4. No demostrar miedo. El principal alimento de los acosadores es la aprensión de los colaboradores. El peor error que puede cometer una persona que sufre violencia por parte de sus compañeros o directivos es demostrar inferioridad. Por eso, es importante que las empresas sensibilicen a los trabajadores. Esperanza Granados, especialista certificada en Higiene y Seguridad Laboral por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), aconseja evaluar el clima laboral cada año y capacitar a los empleados en integración, desarrollo humano y ética.

5. Aprender a decir no. Cada trabajador tiene sus propias responsabilidades. A menos que alguien quiera ayudar a sus compañeros, no es su obligación realizar actividades ajenas. Para los acosadores, pedir favores tiene como objetivo desestabilizar a la persona laboralmente y asegurarse de que no cumplan con sus metas.

Si después de haber enfrentado la situación no se tomó alguna medida para su corrección, entonces sí es recomendable renunciar y demandar. “En este punto es oportuno que la persona busque ayuda . Que tome terapia, se recupere y vuelva al ruedo. Cualquier individuo que no está bien no puede dar lo mejor de sí en ninguna compañía”, concluye Monjaraz.

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