Por ejemplo, si un empleado es normalmente muy cordial y paciente con sus compañeros de trabajo o clientes, pero ahora con frecuencia pierde la paciencia rápidamente, eso también puede ser un signo de agotamiento, agrega Fanning.
Las actitudes negativas son contagiosas y pueden extenderse por toda una oficina y afectar la productividad y el compromiso.
Lee más: 85% de los lugares de trabajo en México provocan estrés laboral
Fanning sugiere tomar una táctica de “establecer, lograr y celebrar” en la oficina. Esto implica establecer objetivos claros y, una vez logrados, celebrarlos. “Muchos gerentes no establecen una meta clara, solo quieren logros”, dice. Y cuando se trata de celebrar, no tiene que ser una gran fiesta de oficina. “Reconocer el trabajo o a la persona en una reunión de equipo. Un poco de reconocimiento realmente puede ayudar”.
Problemas cognitivos
Todos cometemos errores . Pero cuando se vuelven repetitivos pueden indicar un problema.
“Si siguen cometiendo el mismo error con frecuencia y no están atentos a ello, podría ser una señal de agotamiento”, menciona Fanning.
Otras señales de alerta son cuando las personas comienzan a tener dificultades para concentrarse y les resulta más complicado resolver problemas o tienen dificultades con la memoria o la toma de decisiones, asegura Ballard.
“Si el desempeño laboral de alguien está decreciendo, eso te da la oportunidad como gerente de tener una conversación y ayudar con recursos para brindar apoyo”, finaliza.