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¿Miedo a perder el control? 4 claves para no cometer errores al delegar

Líder, es fundamental que repartas las tareas entre tus colaboradores y que confíes en sus capacidades para realizarlas, pues de esta manera es más fácil que logres el éxito.
vie 27 septiembre 2019 05:00 AM
alertador de la corrupción
Los expertos recomiendan interrumpir al colaborador, sin ser grosero y mencionando que su idea es buena.

Jeanne Sahadi / CNN — Bien sabes que no puedes hacer todo tú mismo. Controlar de forma excesiva es malo, a nadie le gusta un fanático del orden.
Así que, como gerente, eso te deja con una opción: ser bueno para delegar.

La mayoría de las personas piensan que eso significa repartir las tareas, establecer plazos, decirles a los empleados que confías en ellos para hacer el trabajo y luego mantenerte fuera de su camino.

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En realidad, hay mucho más, si tu objetivo final es el éxito.

“El delegar es la orquestación del talento y el tiempo frente a las prioridades”, dice el asesor ejecutivo Jesse Sostrin, autor del libro ‘The Manager's Dilemma’. “Es realmente el arte de conocer lo que le importa a los demás y luego alinear tus prioridades con su compromiso”.

Recuerda que es parte de tu trabajo...y la clave de tu éxito

Una gran razón por la que algunos gerentes no delegan lo suficiente es porque tienen miedo. Pueden preocuparse de no poder confiar en que otra persona haga algo tan bien o tan rápido como ellos lo harían.

Lee más: 6 pasos para creer en tus colaboradores y tener éxito juntos

Les preocupa que su reputación se vea perjudicada si la persona a quien delegan se equivoca. O pueden sentirse amenazados por los talentos de un subordinado directo.

Es posible que ni siquiera se den cuenta de que por eso están tomando demasiada carga laboral.

“A menudo es un miedo inconsciente”, menciona la consultora de recursos humanos Phyllis Hartman de PGHR Consulting.

Averigua cuál es tu problema. Luego supéralo reconociendo que delegar es parte de tu trabajo. Esto es esencial si se desea tener éxito en impulsar la productividad y ayudar a los miembros de tu equipo a desarrollarse profesionalmente.

Tres reglas básicas para ser un líder efectivo

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“No tendrás un equipo de alto rendimiento si controlas todo excesivamente, porque estás diciendo: 'No tengo confianza en ti'”, explica Tracy Spears, fundadora de Exceptional Leaders Lab. “No puedes escalar en absoluto”.

Sé inteligente sobre cuáles tareas delegar

Si tienes dificultades para determinar qué tareas delegar, hazte tres preguntas, como recomienda Bill Thomas, director general de Centric Performance, empresa de consultoría de liderazgo y recursos humanos.

1. ¿Es esta tarea el mejor uso de mi tiempo, o podría dedicarse mejor haciendo otra cosa?

2. ¿Quién más podría manejar esto ahora si yo no estuviera disponible?

3. ¿Qué me impide delegar esto?

Thomas dice que, según su experiencia, más de la mitad de los gerentes pasan tiempo haciendo cosas que son parte de la descripción del puesto de sus subordinados.

Lee más: El ABC de un líder que sabe delegar

Establecer expectativas claras desde el principio

Averigua cuál quieres que sea el resultado final con cada tarea. Luego comunica eso, clara y frecuentemente, a todos los involucrados.

Que la gente sepa cómo se ve el éxito ”, explica Spears. “Di: 'Estas son mis cosas no negociables. Me preocupo profundamente por estas dos cosas'. Si te vuelves bueno haciendo eso, eliminas muchos problemas”.

También ayuda que las personas sepan el nivel de calidad que requiere una tarea determinada. Todo debe hacerse bien, por supuesto. Pero no todo tiene que ser perfecto si eso significa tiempo extra, mientras que algunas tareas requerirán el máximo cuidado, comenta.

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Deja que tu equipo sepa lo que se necesita.

Revisa regularmente el progreso de tu equipo

Muchas veces puede delegarse un proyecto solo para que el gerente, a última hora, entre en pánico en sobre cómo va todo. Entonces toma el proyecto por sí mismo o simplemente controla todo de forma excesiva.

Los delegadores inteligentes nunca se ponen a sí mismos —ni a sus equipos— en esos apuros, explica Sostrin.

En cambio, realizan ensayos con su equipo en varias etapas . Se imaginan que el proyecto está terminado y discuten cualquier inquietud que tenga el equipo para poder decidir qué debe hacerse mucho antes de la fecha límite.

"Los buenos líderes se adelantan pronto a sus inseguridades. No esperan hasta el último momento. Prueban la presión en cada paso del camino", expone Sostrin.

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