Todo empezó con un anuncio de Facebook. El joven de 26 años vio la publicidad de Bedu, una escuela mexicana que ofrece cursos de negocios, marketing, tecnología, búsqueda de empleo e inglés especializado.
Su curiosidad e interés por hallar una oportunidad laboral mejor remunerada hicieron que diera clic al anuncio. Núñez ya no quería trabajar en ventas y atención al cliente, con un salario menor a 5,000 pesos al mes. “Me inscribí en Front End y UX. No tenía idea de cómo programar ni de lo que era la experiencia de usuario, pero por amigos sabía que un curso de tecnología me abriría muchas puertas”, cuenta. El curso de seis meses concluyó en agosto del 2019 y, en noviembre del mismo año, Núñez ya estaba en la nómina de otra compañía, con el doble del sueldo que percibía antes.
Núñez es parte del 40% de personas que llegan a Bedu para adquirir habilidades específicas. Otro 40% son recién egresados que quieren incorporarse al mercado laboral. Y el 20% restante son directores o líderes que desean aprender sobre el enfoque de agilidad para llevarlo a sus compañías.
“Es un entorno difícil que obliga a las personas a ampliar sus credenciales. Desde aquellas que perdieron o no tienen empleo hasta los colaboradores que viven en la incertidumbre por no saber qué pasará con la empresa en la que trabajan. También está la alta dirección que busca adentrarse en la transformación digital y en robustecer su esquema de toma de decisiones a partir del análisis de datos”, explica Jandir Matos, director de Finanzas de la instancia académica.
En el caso de Bedu, el interés por los cursos de tecnología ha crecido un 200% desde que inició la emergencia sanitaria. De acuerdo con Matos, los cursos más demandados son análisis de datos, ciencias de datos y los que están relacionados con el desarrollo de interfaces, lenguaje JavaScript o Python.