“Para equilibrar la balanza, las mujeres debemos dejar de ser víctimas de las circunstancias. Hay que auto promocionarnos, reconocer nuestras fortalezas y debilidades para saber cómo podemos materializar nuestros proyectos y enfrentarnos a un mundo que hoy es completamente distinto al de antes”, menciona Quiroga, quien fue directora de Cerveceros de México, la cámara de la industria, hasta mediados del año pasado.
E: En una cultura como la mexicana, ¿cuál es el primer paso para que las mujeres materialicen sus proyectos?
Maribel Quiroga: Identificar cuáles son las creencias limitantes que tenemos y los auto boicots que cometemos. ¿Son creencias que vienen desde la infancia? ¿Son ideas preconcebidas? Una vez que las identificamos debemos analizar cómo las podemos superar. Y por supuesto determinar cómo vamos a transmitir ese saber a las siguientes generaciones.
E: ¿Cómo crear nuevas generaciones de líderes en los negocios y en el mundo del trabajo?
MQ: Hay que abrir brechas donde no las hay. Emparejando la cancha a través de políticas públicas que apoyen la inclusión de las mujeres en el mundo laboral. También mediante la decisión de la iniciativa privada. Que se incluya a cada vez más mujeres no sólo en consejos de administración, sino en puestos directivos y de toma de decisiones.
E: ¿Cuáles son las herramientas que a tu parecer enriquecen la actividad profesional de una líder?
MQ: En el libro El turno es nuestro se le enseña a la lectora a que haga su propio análisis FODA. Así podrá saber cuáles son sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. El FODA es una herramienta muy importante porque igual permite identificar si una persona está en una zona de confort. Otra herramienta para la vida es el manejo de las emociones. Aprender a canalizarlas de buena manera para mejorar las relaciones interpersonales. Saber sacar provecho a las redes sociales y a los medios digitales. Y finalmente aprender sobre finanzas personales. La libertad de la mujer empieza en su propia economía.