Martínez aprendió sobre la marcha. La investigación de mercado, capacitación constante y recomendaciones de otros trabajadores independientes fueron clave para incorporar en su día a día un sistema de cobranza.
Hoy, la joven es cofundadora de la agencia creativa Black Llama Studio y, en conjunto con Claudia Hernández y Carlos Ferrer, ofrecen servicios de diseño, imagen corporativa, optimización de sitios web y estrategias para redes sociales. Su fórmula de cobro se basa en calcular el precio por hora. Lo hacen determinando su salario deseado al mes y todas las actividades que engloban un proyecto, como el pago de internet, luz, renta de equipo y operación. Aquí hay que valorar también los días de vacaciones, el aguinaldo y los posibles días que no se trabaje por enfermedad.
Por ejemplo, para calcular el precio por hora para un salario de 15,000 pesos mensuales primero se calcula el salario anual, es decir, que se multiplican 15,000 por 12.5 (12 meses más días de aguinaldo). El resultado, que es de 187,500, se divide entre el número de horas posibles de trabajo al año. Si son 2,080 horas (40 semanales), entonces el costo básico por hora es de 90.14 pesos.
Esta fórmula ha ayudado a Martínez a tener certeza al momento de cotizar cada proyecto. A tener más control, saber cuánto puede negociar y, sobre todo, el margen de frustración es menor al sentirse segura con el precio que da. En internet también hay varias calculadoras que orientan a la hora de hacer los cálculos.
“No saber cobrar por el trabajo es muy común entre los freelancers. Pero esta falta de certeza se debe a que no hay una educación financiera; a no saber que existen fórmulas de cobro, incluso la mayoría desconoce cómo funciona el dinero y cuál es el costo de su tiempo, que es lo más valioso que tienen”, menciona Grace Sandoval, especialista en emprendimiento y autoempleo.
Aunado a ello, agrega, está la valoración de la persona como profesionista. Un freelancer que no confía en su trabajo es muy difícil que se ‘venda’ bien. “Terminamos pagando por trabajar sin darnos cuenta, con tal de que nos den el trabajo”.
Para cobrar lo justo, además de una fórmula, Sandoval recomienda considerar la experiencia, el conocimiento adquirido y actualizado, comparar precios por industria y por país para determinar cuál es la media del costo. No necesariamente hay que igualarse con la competencia, pues también influyen las credenciales y la promoción personal.
Para el caso de marketing digital, o proyectos que requieren desarrollo previo a una optimización, la especialista aconseja cobrar una tarifa fija porque hay que preparar materiales antes de hablar de los resultados. Una vez que se lance la optimización se cobra, según el monto invertido en las pautas.
