Teresa Garrido es diseñadora y tiene un nuevo empleo. A diario crea bolsas de manta y sales relajantes para los pies. No trabaja para ninguna empresa, es un proyecto propio que inició para generar ingresos, debido a que perdió su trabajo por la crisis del COVID-19.
Cómo entrarle al autoempleo, sin fallar en el intento
Su hija, Estrella, trabaja con ella. Mientras Garrido crea los productos, Estrella los promociona con sus amigos, vecinos y familiares a través de Facebook y WhatsApp. También lleva un registro de los pedidos y se encarga de las entregas.
Conforme han avanzado los días de la pandemia, ha crecido la oferta de la familia Garrido. En un principio eran bolsas de manta que soportan un kilo de peso, ahora manejan modelos que aguantan dos y tres kilos. Y las sales minerales de rosas ya se complementan con las de jazmín, hierbabuena y mandarina. Cada una en presentación de 460 gramos y a un precio de 130 pesos.
“Mi mamá está diseñando un logo para poder hacer unas etiquetas y que así los productos se vean más bonitos. Hemos usado las redes sociales para vender tanto las bolsas como las sales, pero pensamos ofrecerlas también en Mercado Libre”, cuenta Estrella Garrido.
En México, hay miles de personas que como Teresa y Estrella se han auto empleado o han decidido capitalizar su conocimiento, haciendo uso de la tecnología. De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC Mundial, seis de cada diez profesionistas mexicanos han optado por realizar trabajos freelance para continuar laborando y mantener su economía.
Según esta herramienta de consulta semanal sobre tendencias de empleo en tiempos COVID-19, el 30% ha trabajado de manera independiente como alternativa para continuar recibiendo ingresos extra, tras haberse quedado sin empleo.
El trabajo por cuenta propia es una manera efectiva de generar ingresos. Sin embargo, Grace Sandoval, consultora independiente de emprendimiento e innovación, advierte que el desempleo ocasionado por la situación sanitaria es una oportunidad para reinventarse, conocerse a sí mismo y dedicarse a lo que realmente te apasiona hacer.
Paso a paso
Conócete y sé optimista: “Tómate el tiempo para descubrir quién eres. Te aconsejo hacer el test de 16personalities.com y hacer un collage de tu vida perfecta. Piensa en qué te gustaría usar tu tiempo. Aquello que no te pese hacer todo el día y que te encante desarrollar. Esa actividad sin duda será tu pasión. Si la capitalizas vas a poder mantenerte, y además serás súper exitoso por el simple hecho que te llena hacerlo”, dice Sandoval.
Una vez que tengas definida tu habilidad y lo que te apasiona hacer, comienza en pequeño y con la mínima inversión posible. Patricia Armendáriz, empresaria que forma parte de la quinta temporada de Shark Tank México de Sony Channel, recomienda ser optimista sin irse directo a los grandes sueños.
“Empezar de cero es empezar chiquito y desarrollar un espíritu optimista es una regla de vida. Las crisis siempre te aportan instrumentos para crecer, no motivos para quejarse y sentarse a ver pasar el huracán. Ve las oportunidades, tómalas y hazlas tuyas para poder crear productos de una manera competitiva”, expresa.
La continuidad depende de ti: En el auto empleo se reciben los ingresos casi de forma inmediata. Todo el trabajo depende de ti, de modo que cuando no produzcas o no vendas el negocio se acaba. Apóyate de las redes sociales y de las recomendaciones para llegar a más compradores.
“Busca acompañamiento y recomendaciones de gente que te complemente y apoye. Toma en cuenta que tu negocio será más productivo si la idea de emprender surge de una actitud positiva y entusiasta”, menciona Ana Estrada, directora general de Brújula Interior y especialista en temas de desarrollo humano y profesional.
La organización es la clave: Lleva una agenda y estructura las actividades a realizar. “Además de ser amable y saber negociar, debes identificar la resolución de problemas. Ya sean operativos o de producción, es decir, si el negocio requiere la compra de insumos, si es necesario inventariar la mercancía, incluso si es un producto con fecha de entrega para evitar complicaciones”, agrega Estrada.
Niveles de emprendimiento: Sandoval explica que el autoempleo es el primer nivel del emprendimiento. Una pyme es el segundo. Requiere de más inversión y conlleva procesos y manuales por escrito. El tercero es una startup, la cual está basada en plataformas tecnológicas, necesita más capital, el riesgo de fracaso es muy alto y se reciben ingresos después del primer año.
Auto empleo formal: Trabajar por cuenta propia no implica ser informal. Kair Vela, socio fundador de Vela y Asociados, explica que el esquema fiscal para el autoempleo es, quizá, el aspecto más relevante para acercarse a la formalidad. “El régimen de incorporación fiscal permite que personas físicas con actividad empresarial, es decir, emprendedores, puedan emitir facturas y acercarse directamente a la formalidad y al cumplimiento de la normatividad”, comenta.