El artículo 123 de la ley establece que el patrón debe adoptar medidas adecuadas para comprobar que sus empleados no padezcan alguna incapacidad o enfermedad de trabajo, incurable o contagiosa, como es el coronavirus.
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Algunas compañías, dice Martínez, están tomando el certificado de vacunación como una garantía para que la gente pueda regresar a la oficina, sin embargo, hay que recordar que la vacuna no evita el contagio, sino los riesgos de la enfermedad. Además, cuidar la salud de los trabajadores también implica saber cómo están anímica y emocionalmente, pues no todos están preparados para volver a un esquema presencial.
Regreso a las oficinas: cómo volver en tiempos de COVID
Si planean regresar a las oficinas o ya están trabajando con gente en formato presencial, las empresas deben considerar que la NOM-019 establece los lineamientos para la integración y funcionamiento de las comisiones de seguridad e higiene en los centros de trabajo.
Además, la NOM-030 obliga a las organizaciones a que realicen los servicios preventivos de seguridad y salud en el trabajo para evitar accidentes y enfermedades. Y la NOM-035 compromete a las empresas a crear espacios laborales más sanos, a fin de evitar trastornos psicosociales como el estrés postraumático en los colaboradores.
Manuel Sánchez de Carmona, médico de la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares en México (ISBD), indica que cuatro de cada diez de sus pacientes actuales ha renunciado a su empleo, debido a que presenta un trastorno de salud mental, detonado por el contexto del COVID-19.
“Son personas que pasan de la alegría y euforia a la depresión, tristeza, inhibición, desconcentración, apatía, falta de motivación e ideas de muerte. El 80% de quienes acaban de salir de una crisis tienen una incapacidad laboral parcial o total y ausentismo”, explica.
Mauricio Reynoso, director de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), exhorta a las compañías a ser flexibles y a que continúen apostando por la modalidad de home office, sobre todo, para aquellas posiciones que no requieren operar de manera presencial. Como empresas, dice, tenemos la obligación de darle lo necesario a los empleados para evitar contagios por COVID-19.