Con la llegada de nuevas generaciones al mundo laboral, los líderes tienen un reto grande: acompañar a estos equipos en su crecimiento, porque no son personas que se dedicarán toda su vida a lo que estudiaron y es muy probable que cambien de empleo varias veces.
Un líder humanista en la era digital está consciente de que debe fragmentar los puestos actuales en habilidades concretas para anticiparse a los nuevos roles laborales, al tiempo que identifica cómo hacer que cada integrante de su equipo crezca. "Aprende a ver el potencial del talento, en lugar de ver a las personas como un recurso, con fines económicos, como gente que solo está ejerciendo las tareas de un puesto de trabajo específico", indica Clotet.
Para impactar en el desarrollo humano, Miguel Gurrola, socio fundador del centro de inteligencia estratégica Conscious Performance, señala que la clave está en el reskilling y el upskilling. El primero se refiere a la adquisición de nuevas competencias para poder ocupar otro puesto en la compañía y el segundo, a la evolución de las habilidades dentro de un mismo rol.
Datos de Humand, una herramienta tecnológica que permite mejorar la experiencia y productividad entre colaboradores, señalan que las empresas que tienen un gran compromiso con su fuerza laboral son 21% más rentables. Y, en contraste, la falta de comunicación empática representa pérdidas de hasta 62.4 millones de dólares anuales, según el tamaño de la organización.
"Los mejores líderes son aquellos que 'dan más'. Los que son amables, generosos y agradables; los que enseñan, ayudan y saben escuchar. Respecto al talento, es fundamental ayudar a las personas a encontrar un sentido y un propósito de vida. Enseñarles a aprender de los errores, a fin de alcanzar mayor seguridad", puntualiza Tal Ben-Shahar, consultor internacional de psicología positiva.
Clotet cuestiona a las empresas sobre qué ponen en el centro de sus decisiones: ¿a las personas o al negocio? Hace unos años, la respuesta hubiera sido el negocio, pero hoy una organización que solo ve por sus números está condenada al fracaso.
Cómo es el líder humanista
1. Es una persona empática y genera vínculos genuinos con el equipo que enriquecen a ambas partes. Es congruente entre lo que dice y hace.
2. Crea experiencias para que sus equipos crezcan y facilita su empoderamiento. Acompaña en la transformación de cada miembro de su equipo, pero les da autonomía y confía en ellos.
3. Encara los problemas y entiende la dificultad o facilidad que una persona puede tener para asumir el reto.
4. Aprende de los errores y permite a los equipos que también busquen la mejor continua sin miedo al fallo.
5. Inspira a quienes les rodean a construir escenarios prospectivos para anticiparse a los hechos.