Guía para líderes y colegas ante el síndrome de la impostora
Los problemas psicológicos pueden causar el estancamiento de las carreras profesionales y, de hecho, “el conjunto de normas enfocadas a la prevención de los accidentes de trabajo y enfermedades laborales, en cumplimiento del deber de protección, otorgan al empresario el deber de garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo”, indica Maite Moreno.
Y, en este sentido, la experta comparte una serie de recomendaciones para que, tanto colegas como empresas prevengan este problema y sus consecuencias:
Retroalimentación constante para el desarrollo y cultura de confianza
Los líderes deben empoderar a los equipos mediante el uso del feedback continuo que garantice que estos comprenden lo que se espera de ellos, lo que ayuda a reducir las dudas. Se debe plantear el desarrollo profesional como un proceso basado en la prueba y el error.
También deben crear una cultura de confianza donde las personas se sientan cómodas hablando sin temor a ser atacadas.
Ser modelo de lo que significa
trabajar como un ser humano
El síndrome del impostor suele asociarse con conductas como el perfeccionismo y el exceso de trabajo. Es genial si el equipo trabaja bajo altos estándares de calidad, pero nadie gana si el equipo se quema.
Por tanto, los líderes deben empoderar a sus equipos para que también se ocupen de su bienestar y deberán crear descansos para que todos tengan tiempo para relajarse.
Además, los empleados necesitan sentir que son valorados como personas íntegras con talentos y objetivos únicos. Es por eso que la empatía será un atributo imprescindible para los líderes que deban lidiar con este síndrome.