El 70% de los conductores y repartidores de DiDi están buscando activamente oportunidades académicas, pues algunos de ellos no continuaron sus estudios debido a los costos de las colegiaturas, a la falta de tiempo o a los requisitos de admisión.
Los conductores mexicanos de entre 26 y 35 años son los más interesados, según datos de la plataforma de movilidad; alrededor de un 85% quiere empezar un negocio propio y tomar cursos de capacitación, aunque la mayoría se decanta por estudiar una licenciatura.
La encuesta arrojó que los grupos de conductores de entre 18 y 35 años tienen mayor interés por cursos para familiares, mayormente para parejas e hijos, y que están relacionados con negocios, emprendimiento, idiomas y finanzas, mientras que un 33% busca cursos recreativos, siendo el de mecánica uno de los más populares.
Hasta ahora, de los más de 350,000 conductores y repartidores, 5,600 se han visto beneficiados, así como 200 familiares. Los cursos disponibles van desde bachillerato hasta programas de idiomas, maestrías y certificaciones, y a partir de este año los conductores recibirán el apoyo de un coach por parte de Vinco.
Sin embargo, los cursos no son gratuitos. En la encuesta, los conductores consideraron viable pagar de 500 a 1,000 pesos por los cursos que ofrece la plataforma. Pavón refiere que el costo de cada curso depende del grado y de la institución educativa que elijan y los descuentos para ellos y sus familiares abarcan un rango de 10% a 60%.
Actualmente, de los inscritos al programa el 51% está cursando el bachillerato, 27% está aprendiendo un nuevo idioma, 2% una carrera profesional y el 10% un certificado para un aprendizaje en particular, como finanzas. La mayoría está en un sistema escolarizado.
“Nuestra idea es que sea un programa para todas las personas que se conectan con nosotros. Con este beneficio, estamos cerrando el círculo de una manera virtuosa, ofreciendo oportunidades de ingreso flexibles, pero también oportunidades académicas que se adapten a sus tiempos y gustos”, menciona Pavón.
“Aprende, programa e inspira”, un taller de Data Cívica
Por otro lado, DiDi Food, Vinco y Data Cívica, asociación civil que lucha contra la violencia de género mediante el uso de datos y tecnología, desarrollaron una iniciativa para abrir oportunidades de educación STEM para las hijas, de entre 12 y 18 años, de las repartidoras.
Hoy día, de los más de 350,000 conductores y repartidores de DiDi, el 5.4% son conductoras y el 12% repartidoras. La convocatoria para este proyecto se lanzó en las primeras semanas de octubre y los cursos se llevarán a cabo del 5 al 20 de noviembre de 2022.
Posteriormente, en enero de 2023, las nueve alumnas más destacadas obtendrán una beca para que continúen reforzando sus conocimientos STEM a través de Vinco. “Es un proyecto para mujeres. Queremos contribuir a que cada vez haya más mujeres en estos sectores. En una segunda o tercera generación iremos incrementando el cupo”.
Cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) revelan que, entre 2012 y 2021, el número de mujeres profesionistas que estudiaron alguna carrera STEM aumentó 42%. Sin embargo, aún son una minoría en la representatividad general de estas áreas.
“Con iniciativas como esta buscamos abrir espacios que puedan motivar a las generaciones más jóvenes a encontrar ventanas de oportunidad en sectores altamente competitivos”, apuntó.
La directora asegura que uno de los pilares de la empresa es escuchar a los conductores porque ellos son el corazón del negocio. Si uno de ellos logra terminar el programa educativo elegido, gana la plataforma.
La economía colaborativa puede ser muy temporal, dice. “DiDi tiene conductores y repartidores que se conectan para ahorrar dinero por una cuestión específica, otros se conectan solo en sus ratos libres o hay mamás que se conectan, mientras sus hijos están en la escuela. No esperamos que esto sea un trabajo de tiempo completo, sino colaborar en el ingreso extra”.
Sin embargo, ofrecer opciones de desarrollo académico funge como una herramienta de atracción de talento y de crecimiento del negocio. En opinión de Jorge Regalado, docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) y especialista en estrategias comerciales, lamentablemente el nivel de educación que se tiene en México es bajo y las restricciones para poder tener acceso a niveles medio superior y superior son vastas.
Las marcas lo saben. Pero también están conscientes de que si las personas en el punto de venta o quienes están en contacto directo con el comprador final están más preparadas pueden tener un mejor nivel de conexión con el cliente, es decir, que su conocimiento las ayudaría a hacer más negocios. “Es una estrategia de apuesta por la educación como elemento de crecimiento en la organización”, concluye el experto.
