Para el directivo, dar los espacios de descanso adecuados se ve reflejado en el crecimiento de 35% en la facturación anual de la empresa. Además, “alrededor del 90% de los proyectos que hemos tenido han sido rentables porque nos hemos vuelto muy eficientes en horas, lo que nos ha permitido aumentar también nuestra competitividad”, asegura.
En México, por más de 50 años la Ley Federal del Trabajo estipuló que los mexicanos en un empleo formal tenían derecho a seis días de vacaciones, tras el primer año trabajado. Una cifra lejana a los 18 días mínimos de descanso que sugiere la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Hace unos meses, en el Senado de la República se presentó una iniciativa para reformar algunos artículos a la LFT, entre ellos el 76 que establece los días de vacaciones. Lo que se busca es que las personas gocen de 12 días de vacaciones en lugar de seis. Esta reforma ya fue de nuevo remitida al Senado para su ratificación y eventual aplicación a partir de 2023.
De aprobarse, la LFT establecería que: “Del total del periodo que le corresponde conforme a lo previsto en el artículo 76 de esta Ley, la persona trabajadora disfrutará de 12 días de vacaciones continuos, por lo menos. Dicho periodo, a potestad de la persona trabajadora podrá ser distribuido en la forma y tiempo que así lo requiera”.
Los trabajadores formales, entonces, tendrían derecho a 12 días de descanso en el primer año trabajado. Después cada año se aumentarán dos días hasta llegar a los 20 y luego se sumarán dos días por cada cinco años. México pasaría a tener el promedio de días de descanso que tienen los países de América Latina, aunque aún lejana en comparación con los países europeos.
Pese a ello, Geovani Cazáres Larrauri, general manager de GeoVictoria, una herramienta de gestión de asistencia de personal, considera que es un avance importante para la fuerza laboral en México, ya que los descansos son necesarios y traen consigo otros beneficios tanto para la persona trabajadora como para la empresa empleadora.
Favorece la creatividad. El descanso renueva la creatividad e incrementa la productividad. Robert Kriegel, autor del libro How to Suceed in Business Without Working so Damn Hard, menciona que muchas de las mejores ideas surgen fuera del horario de trabajo, ya que hacer una pausa ayuda a ordenar el pensamiento.
Empleados más productivos. “En GeoVictoria, hemos visto que, cuando no se labora más del tiempo estipulado, la productividad aumenta de 12% a 15% y además las empresas pueden ahorrar hasta 20% en nómina, ya que evitan gastos innecesarios en pago de horas extras, gastos médicos para empleados (derivados por temas de estrés) y ausentismo”, señala Cazáres Larrauri.
Menos enfermedades físicas y mentales. Mejorar la salud es el motivo más efectivo para ausentarse del empleo para descansar y desconectarse, en especial si a diario se está expuesto a altos niveles de estrés, hay agotamiento o comienzan a manifestarse problemas para concentrarse y dormir, entre otros padecimientos y enfermedades.
Mejores experiencias laborales. Con más días de vacaciones, “es posible adquirir nuevas experiencias al conocer nuevos lugares, cambiar de ritmo, salir de la rutina y cambiar de hábitos. Aprender a delegar responsabilidades y a confiar en los compañeros de trabajo, jefes y subalternos para hacerse cargo de las tareas por entregar”, reitera Sergio Porragas, director de Operaciones de OCCMundial.
Mejor engagement con la organización. Cuando un colaborador vuelve a la empresa después de un largo periodo de reposo, su motivación aumenta y el compromiso que tiene con la compañía se fortalece, creando relaciones más leales, señala Rodrigo Manjarrez, director general de Factorial LATAM, una empresa de software de recursos humanos.
Disminuye el estrés laboral. El descanso es un elemento clave para los trabajadores. Gracias a una buena calidad de vida, la fuerza laboral aumenta, un buen periodo vacacional repercute en la reducción de estrés y, como hemos visto, el estrés es el principal enemigo del rendimiento de los colaboradores, que aqueja al 75% de la población trabajadora en México.
Mayor facturación. Como indica Díez, los descansos se ven reflejados en los resultados de negocio de cualquier empresa, considerando que la gente aumenta su felicidad y productividad y que ésta se define como una medida económica que permite calcular cuántos bienes y servicios se produjeron por cada factor utilizado. Como la capacidad de hacer más tareas en menos tiempo; si una empresa mejora su productividad significa que el valor de sus productos crece a una tasa más alta versus la de las materias primas que utiliza.