Con ello, México pasa a tener el promedio de días de descanso que tienen algunos países de América Latina, aunque aún lejano en comparación con los países europeos. Mientras países como Brasil, Cuba o Nicaragua tienen 30 días de descanso, Ecuador, Venezuela y Bolivia gozan de 15 días para descansar, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Incluso, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda un mínimo de 18 días de vacaciones.
Pese a ello, la modificación a la LFT es un avance importante para la fuerza laboral mexicana, ya que los seis días de vacaciones -establecidos hasta el 31 de diciembre de 2022- corresponden a un periodo legal que se mantuvo así desde hace más de 50 años.
Y aunque la ampliación ha sido bien recibida por los empleados formales del país, también ha generado diversas dudas sobre el tema. Desde si la persona debe esperar un año entero para poder gozar de este beneficio, si los días de vacaciones se pueden acumular, si aplica para empleados de gobierno y los que estén en modalidad home office, si un trabajador a quien le renuevan el contrato cada tres o seis meses puede pedir los 12 días de descanso hasta qué hacer si el jefe anunció que dará las vacaciones por bloques o simplemente que “ahí es diferente porque trabajan por horas”.
Abordamos estas inquietudes en un Space desde el Twitter de Expansión, en donde participarán Kair Vela, abogado del despacho Vela y Asociados; Ilse Castillo, project manager de GeoVictoria; Eduardo Hernández, director jurídico de ManpowerGroup y Tania Estrada, directora de Beneficios flexibles de Lockton México.
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