Cómo trabajar en ESG: cambiar el mundo desde un corporativo

Karen Farías Cruzado se adelantó a esta tendencia. La directora de ESG de Aeroméxico es abogada y ha desarrollado su carrera en las áreas de responsabilidad social y ASG. Siempre tuvo interés en temas de contribución social y entre 2004 y 2006 estudió en España una maestría en Responsabilidad Social y Cooperación Internacional para el Desarrollo. “En México no se escuchaba del tema de responsabilidad social, y es ahí donde yo encuentro mi misión, mi pasión y mi vocación profesional”, explica.

Trabajaba en la Embajada de México en España, ya enfocada en riesgos ambientales y sociales, cuando Cemex la llamó para formar su área de responsabilidad social. Desde entonces, ha trabajado también en Bio Pappel, Natura, Coppel y, ahora, Aeroméxico, contribuyendo a formar los departamentos y estrategias sobre el tema. “Las personas que empezamos en ese momento hemos crecido con el concepto. En Europa hacían cosas, pero en México y Latinoamérica era muy nuevo, había que picar mucha piedra”, añade.

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Hoy, las organizaciones comienzan a ser conscientes de que necesitan criterios ASG si quieren sobrevivir ante los cambios en la sociedad, el consumo y las exigencias de sus grupos de interés, entre ellos, sus inversionistas y las nuevas regulaciones.

Raquel Pandal, Advisory Principal de la consultora Korn Ferry, explica que las áreas de ASG han evolucionado desde las de responsabilidad social y estas, a su vez, desde compliance. Pero su compañera, Mariana Herrerías, Senior Client Partner y colíder de la práctica Industrial, asegura que aún hay muchas empresas que no tienen una estrategia o una área sobre el tema.

También influye el tipo de industria, por lo que no hay una receta única. Puede que a una le funcione tener un área específica que trabaje con el resto de departamentos; y a otra, una sola persona que coordine los esfuerzos en todas las áreas. “Lo que sí o sí se necesita es una estrategia de ASG atendida a través de diversas funciones. Lo que se está viendo en las estructuras es que tal vez no tienes una sola función central que lleve todos los procesos end to end, por todo lo que abarca ASG, pero sí necesitas darle la responsabilidad a ciertos roles”, afirma Pandal.

Coordinar la estrategia

Martín Mariscal es oficial de Integridad y Cumplimiento de Volkswagen México y, desde hace un año, también de Sostenibilidad. A nivel global, la empresa está en un cambio de paradigma para no ser sólo una fabricante de autos, sino un proveedor de movilidad sustentable. Por ello, tiene un equipo que trabaja desde la producción, logística, relaciones públicas, marketing, ventas o recursos humanos.

Mariscal habla de estructuras en la empresa. En la “formal” estarían él y un coordinador a su cargo. En las “informales o funcionales”, como las llama, están las direcciones relevantes vinculadas con la sostenibilidad, conformadas en un comité. “Si bien soy el responsable de coordinar y alinear todos los esfuerzos, hacemos responsables a las áreas que realmente operan estos actos de sostenibilidad. Nosotros lo que tenemos que buscar es recopilar las indicaciones de los grupos de interés para definir las metas y que vayamos avanzando”.

Es, asegura, una de las tareas más complejas que le ha tocado liderar porque implica la creación de una identidad corporativa compartida. “En las empresas estamos acostumbrados a ser medidos por éxitos particulares y, normalmente, tenemos el riesgo de construir feudos que se miden por sus propios indicadores. Cuando llega un elemento de sostenibilidad, no es sólo medir sacando la información de cada área, sino que se trata de construir a través de todos los indicadores y procesos”, sostiene el directivo. “Es cambiar el enfoque de lo vertical a lo horizontal, todo está conectado entre sí”, dice.

De ahí que los entrevistados destaquen la comunicación como habilidad básica para las personas que se desempeñan en áreas de liderazgo, independientemente del tipo de estructura de la empresa.

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Eduardo Puig, Senior Client Partner y colíder de la práctica Industrial de Korn Ferry, explica que la consultora realizó un estudio que evaluó a varios líderes mundiales en este tipo de posiciones. Todos coincidían en ciertas competencias importantes, entre ellas, la capacidad de influir en los demás y de navegar diferentes agendas, conversar con todas las áreas, lo que, a su vez, implica un amplio conocimiento del negocio y del pensamiento estratégico.

La otra habilidad que mencionan es la resiliencia. Y Mariscal destaca una más: ser positivo. “Con todo lo que está pasando en el mundo, donde ya no estamos en un cambio climático, sino en una crisis climática, donde ya no estamos en un problema de desigualdad social, sino una crisis de desigualdad social, y donde hoy las empresas siguen con esta vorágine financiera más que esta vorágine ética, hay que mantenerse positivos para decir qué cambio puedo hacer yo”.

Rocío Canal, socia en asesoría en riesgos y líder de Sostenibilidad de Deloitte México, señala que, aunque cada empresa tenga diferentes necesidades, hay puntos en común. “Hoy, el tema se ve como transversal a toda la organización. El CFO tiene una responsabilidad muy especial en estos temas, pero también el jefe de Recursos Humanos, el de Operaciones, el de Cadena de Suministro…”, señala.

Por eso, sostiene Canal, la gobernanza es clave para implementar todas las estrategias. Debe haber una estructura de gobierno, ya sea un comité o un grupo de trabajo, con un reporte directo al CEO o al consejo de administración y, sobre todo, capacitación para que el personal entienda que cosas que antes no formaban parte del día a día, ahora lo son. Perfiles como financieros o auditores internos tienen que empezar a entender de cambio climático, y no solo ellos.

“Hablamos de una estructura de gobernanza y una capacitación a nuestra gente porque tiene funciones que antes no tenía. Y de políticas nuevas que hay que publicar internamente porque voy a contratar diferente, porque mi relacionamiento con clientes y proveedores va a ser diferente, porque mis planes de carrera o decisiones van a ser diferentes”, enfatiza Canal.

Karen Farías destaca que también hay que analizar a las industrias para construir en cada una. “Tienes que entender a las organizaciones. Todas tienen las mismas áreas, más grandes o más pequeñas, con las que como área nos relacionamos. Es muy importante que conozcas la estrategia del negocio para que puedas crear la tuya propia”, dice. Y, aunque la letra más fuerte hoy es la A de ambiental, la directiva de Aeroméxico recomienda no perder de vista la parte social y de gobernanza.

Perfiles diversos

Adriana Espino del Castillo es bióloga de formación. Hoy es consultora y desarrolla talento STEM. Cuando trabajó en Rotoplas se preguntaba qué hacía una bióloga en una empresa de tinacos, pero justamente la compañía buscaba un perfil que gestionara procesos de laboratorio y que conociera el tema del agua. “Me di cuenta de que, como perfiles científicos, podemos tener una incidencia transversal en la compañía”.

Entró al área de innovación, donde la inversión es intensiva pero la ganancia no es inmediata. “Y a veces el área de finanzas nos odia. Para mí, era indispensable tener comunicación [con ellos]. Y también con el área de calidad y entrega de producto. Hay muchas cosas que se pueden perder en la ejecución y hacer que la empresa deje de hacer innovación porque no resulta”, explica. “Comencé a involucrarme en las áreas y entender los diferentes idiomas, el financiero, el comercial, el de mejora continua, las regulaciones”. Al final, era quien más sabía del producto.

Espino señala que las regulaciones y marcos, como la Agenda 2030, ha llevado a que las empresas busquen perfiles como el suyo. Y ahora ella, con su conocimiento y experiencia, detecta talento científico que dé valor agregado a una empresa, según sus necesidades o retos.

“En México hay pocas carreras o posgrados en temas de sostenibilidad, los estudia gente que ha salido de carreras de ciencias naturales y sociales, economía o finanzas. Y hay perfiles más técnicos, como físicos, biólogos o matemáticos que están supercotizados”, sostiene.

Los especialistas destacan las nuevas oportunidades laborales. “Está comprobado que clientes de 18 a 25 años están dispuestos a pagar un 30% más en productos que tengan un compromiso con el medioambiente, con la sociedad o que invoquen valores de transparencia. Esta necesidad va a generar muchísimas oportunidades de trabajo. Y esto va a empezar, como todo, desde las grandes empresas y va a ir buscando cómo permear con las pequeñas y medianas”, resalta Mariscal.

¿Qué habilidades necesitas para trabajar en ASG?

Si tu objetivo es trabajar en un área con impacto ASG, los perfiles que se buscan son diferentes según la industria. Y si bien para posiciones específicas se requiere formación técnica, no es necesario que pienses en dar un giro de 180 grados a tu carrera, es posible seguir formándote con posgrados y enfocar tu desarrollo.

Rocío Canal, de Deloitte, destaca que las empresas están buscando personas que conozcan el negocio, que manejen métricas y estrategias claras, y que puedan monitorear estos objetivos.

De ahí que los especialistas consultados de Korn Ferry señalen que muchas compañías están buscando talento de forma interna. Y aunque comienzan a verse nuevos cargos, recomiendan que las entrevistas laborales se enfoquen en competencias y no tanto en experiencia porque el cambio de paradigma es relativamente nuevo y aún no hay tanto talento probado en el mercado.

Las habilidades más destacadas son:
- Resiliencia y gestión del cambio.
- Conocimiento transversal del negocio.
- Análisis y pensamiento estratégico.
- Aprendizaje continuo.
- Influir en los demás y comunicación asertiva.
- Gestión de proyectos, de métricas y de la información.
- Medición de impacto y prevención de riesgos.
- Congruencia entre lo que se dice y lo que se hace.