El 4 de septiembre fue elegido por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (AMSS) para establecer el Día Mundial de la Salud Sexual, una fecha para sensibilizar y promover la sexualidad saludable y sin riesgos, y que en México forma parte de los derechos y garantías.
Por ello, te explicamos por qué es importante esta fecha.
Esta fecha forma parte de una iniciativa de la AMSS para concientizar acerca de la importancia de la sexualidad sana, segura y libre de prejuicios y discriminación en la población. La salud sexual es un aspecto fundamental en el bienestar general de las personas, las parejas y las familias y, según la Organización Mundial de la Salud ( OMS ), parte de ello se debe tener:
La sexualidad humana es un campo con muchos temas que se relacionan de diferentes maneras en nuestra vida. Abarca desde el autoconocimiento como la orientación sexual, la identidad de género, la expresión sexual, las relaciones, el placer; de la salud como los métodos anticonceptivos, la planificación familiar, los chequeos de salud sexual, embarazos, interrupción del embarazo, disfunción sexual, infecciones de transmisión sexual; a otros aspectos como la violencia sexual y prácticas nocivas como la mutilación genital femenina.
Por ello, promover una educación sexual en niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos es vital para que puedan adquirir conocimientos, habilidades, actitudes y valores para realizar su salud, bienestar y dignidad, poderse relacionar social y sexualmente de forma respetuosa, además de entender los derechos de las personas.
La AMSS estableció que, para el Día Mundial de la Salud Sexual 2024, el lema es “Relaciones Positivas”, para reflexionar que existen muchos tipos de relaciones y cada una tiene su manera de funcionar. Y no se limita solamente a las relaciones de pareja, sino a todas las demás como entre amistades, familiares, parejas, y con uno mismo.
Las relaciones positivas son aquellas en las que hay respeto, seguridad, apoyo, amabilidad y escucha. La AMSS destaca aspectos que pueden ayudar a tener este tipo de relaciones como la escucha activa, la comunicación abierta, resolución de conflictos, establecer y respetar los límites individuales, entre otras prácticas y valores.
La sexualidad es parte integral de las personas, y por ello existe el concepto de derechos sexuales y reproductivos, y forman parte de los derechos y garantías de las personas.
De acuerdo con el Consejo de Montevideo sobre Población y Desarrollo, los derechos sexuales “abarcan el derecho a una sexualidad plena en condiciones seguras, así como el derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad, con respeto de su orientación sexual e identidad de género, sin coerción, discriminación ni violencia, y garantizar el derecho a la información y a los medios necesarios para su salud sexual y reproductiva”.
En cuanto a los derechos reproductivos, se trata del reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente sobre su descendencia, y sus características (número de hijos e hijas, intervalo entre embarazos, etc.) además de disponer de información y medios para ello.
El Consejo Nacional de Población (CONAPO) destaca que los derechos sexuales y reproductivos están sustentados en otros como el derecho a la salud, a la vida, a la libertad. Estos son unos ejemplos del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos:
