Una infección ocurre cuando hay una invasión y multiplicación de gérmenes en el cuerpo, que pueden ser bacterias, virus, hongos u otros microorganismos. Algunas pueden ser menores y ser tratables con medicamentos y paciencia, pero otras pueden ser un factor de riesgo a desarrollar un tipo de cáncer.
Te compartimos las infecciones que, pese a ser comunes, pueden derivar a estos padecimientos.
El Virus de Papiloma Humano (VPH) es un virus de transmisión sexual que se transmite por relaciones sexuales e infecta las mucosas orales y genitales particularmente. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 15 de los 240 variedades del virus están relacionadas con el cáncer de cuello uterino, de vagina, de vulva, de ano y orofaringeo (la parte posterior de la lengua, paladar, garganta y amígdalas).
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos también agrega el cáncer de pene. Los carcinomas son provocados por las variedades de alto riesgo (16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58 y 59, especialmente el VPH 16 y 18). El virus se manifiesta principalmente en las mujeres con síntomas y lesiones, que pueden ser benignas (verrugas genitales) o malignas.
En México, el Instituto Nacional de Cancerología ( INCan ) atiende anualmente entre 400 a 500 pacientes de cáncer de cuello uterino donde el 85% de los casos están en etapas avanzadas y el 15% en etapas tempranas.
El Departamento de Ginecología Oncológica del INCan detalla que el 99% de los casos de cáncer de cuello uterino están asociados al VPH, y es la única neoplasia prevenible en su totalidad mediante estrategias de prevención, como la vacunación y estudios periódicos.
Según cifras de 2022 del Global Cancer Observatory , institución que forma parte de la ONU, el segundo cáncer que más afecta a las mexicanas es el de cuello uterino, y el quinto es de cuerpo uterino.
Es una infección vírica que afecta al hígado, puede provocar una enfermedad aguda o crónica, sin embargo, conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis o cáncer de hígado . Se transmite mediante el conectado de líquidos orgánicos contaminados como la sangre, la saliva, las secreciones vaginales y el semen. De tal manera, las madres pueden transmitir a sus bebés durante el parto.
La hepatitis B es un problema de salud mundial considerable, según la Organización Mundial de la Salud . Las regiones más afectadas son el Pacífico y África, donde afecta a 97 y 65 millones de personas respectivamente. Además, Asia Sudoriental cuenta con 62 millones de personas infectadas, el Mediterráneo Oriental con 15 millones, Europa con 11 millones y las América con 5 millones.
En 2020 , México registró 369 casos, una tasa de incidencia nacional de 0.28 por cada 100 mil habitantes.
La infección actúa de manera diferente según la edad. Si se produce en la edad adulta, la probabilidad de cronificarse es de menos del 5% de los casos. Pero en los lactantes y durante la primera infancia, el porcentaje puede llegar cerca del 95%.
La hepatitis B puede prevenirse mediante la vacunación. El virus puede sobrevivir fuera del cuerpo humano durante al menos 7 días, y el periodo de incubación oscila entre los 30 y 180 días.
Puede detectarse entre los primeros dos meses de la infección, persistir y convertirse en una hepatitis crónica.
Sus síntomas principales son:
Al igual que la hepatitis B, el tipo C es una infección causada por un virus y afecta al hígado. Genera una inflamación que puede agravarse, cronificarse, provocar cirrosis y cáncer hepático.
En este caso, se transmite por sangre y no existe una vacuna, solo puede tratarse con antivíricos. Sus principales síntomas son la fiebre, mucho cansancio, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces claras, dolor en las articulaciones e ictericia (coloración amarillenta de los ojos y la piel).
Las infecciones agudas por este virus pueden ser asintomáticas y en su mayor parte no conllevan un riesgo mortal, aunque el 70% de las personas infectadas (del 55 al 85%) la infección se cronifica. Y según la OMS , estos pacientes tienen un 15% y 30% riesgo de padecer cirrosis.
La región del Mediterráneo Oriental tiene mayor carga de morbilidad, con 12 millones de personas con infección crónica. A ella le sigue Europa con 9 millones, la región del Pacífico Occidental con 7 millones, 8 en África y 5 en las Américas.
En México hay una prevalencia general de hepatitis C de 0.38%, pero asciende dramáticamente entre usuarios de drogas inyectables en las regiones fronterizas de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y el Control de VIH y el Sida ( CENSIDA ).
El director general del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) de la Secretaría de Salud, Óscar Gerardo Arrieta Rodríguez , refirió que el 40% de los casos de cáncer es prevenible mediante el cambio de hábitos y acciones de salud pública. Algunos factores que pueden provocar el desarrollo de cáncer son la alimentación inadecuada, sobrepeso, obesidad, la falta de actividad física.
En 2022, México tenía 207,154 casos de cáncer y 96,210 muertes.
