¡Sí, acepto! Los beneficios financieros de casarse
Ángel y Alejandro se casaron hace un año y ocho meses con una idea clara para su futuro: "si nos divorciamos, que cada quién se quede con sus cosas". La repartición de bienes estuvo planeada desde que eran novios y al casarse lo estipularon en el acta de matrimonio. Eso no los inhibe de procurarse alimento, vestido, salud y techo el uno al otro por el tiempo que permanezcan juntos.
Cuando las parejas firman un contrato matrimonial ante un juez del Registro Civil, sin importar si son del mismo sexo, adquieren dos tipos de derechos y obligaciones que los favorecen: los relacionados con la alimentación y los que tienen que ver con la sucesión de bienes.
"Es muy bonito compartir, pero hoy tenemos que pensar por dos. Por ejemplo, si me da hambre y se me antoja una hamburguesa doble, tengo que pensar en comprar dos sencillas, porque ya no estoy solo", dice Ángel, de 32 años.
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Claudia y David tienen una hija de tres años, el mismo tiempo que llevan casados. La confianza de conocerse desde hace 16 años los llevó a poner un negocio juntos. Ambos trabajan en la empresa, ganan el mismo sueldo y todos los gastos de su vivienda, alimentación y la empresa se dividen en partes iguales, incluso las salidas y comidas de fines de semana.
"La regla de dividir los gastos a la mitad --y la que les ha funcionado para construir su patrimonio-- la tenemos desde que somos novios", comenta Claudia, de 37 años.
Cuando se casaron, ambas parejas no se detuvieron a leer qué incluía el contrato matrimonial, pero una de las primeras obligaciones que tienen, según el Código Civil Federal, es proveerse alimento mutuamente.
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Mientras que brindar seguridad social no es una obligación para los cónyuges, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) permite a los derechohabientes afiliar a sus dependientes económicos (padres, hijos, esposa, esposo, concubina o concubino). Para las parejas del mismo sexo, este beneficio apareció a partir de una circular que el presidente, Enrique Peña Nieto, giró al principio de su administración.
Construir un patrimonio juntos es otro sueño de varios matrimonios. Para lograr esta meta, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) permite unir los créditos de forma conyugal o mancomunada si la pareja está casada legalmente. Al cónyuge titular (al que le prestan más) le otorgarán el 100% de su crédito autorizado y al segundo el 75%. La condición es que ambos coticen y tengan al menos 116 puntos (se juntan en dos o tres años). Las escrituras saldrán a nombre de los dos y cada uno pagará su respectivo crédito, detalla el Instituto.
Cada matrimonio tiene sus reglas y acuerdos personales, por ejemplo Ángel y Alejandro acordaron que el segundo ejercería su crédito Infonavit solo, sin ayuda del primero, porque Ángel continuaría remodelando la casa que adquirió cuando eran novios y que es ahora el hogar donde viven.
Aunque estés muy enamorado, no te precipites rumbo al altar. Las parejas que tienen al menos dos años viviendo en unión libre o concubinato también tienen los mismos derechos de alimentación y pensión, aún sin estar unidos legalmente.
“En este caso, para comprobar un concubinato antes de los dos años es necesario que la pareja haya tenido un hijo y vivan juntos o den de alta su relación en el Registro Civil”, aclara Claudia de Buen Unna, consejera de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados.
¿Y si me divorcio?
Si te divorcias podría irte mejor. Si eres una mujer u hombre que se dedica a las tareas del hogar y el cuidado de los hijos y tu pareja es la que trabaja, te tocará una pensión equivalente a los años que vivieron de casados y que desempeñaste labores no remuneradas.
“Si se trata de un dependiente económico mujer la pensión es del 20% de los ingresos del ex marido. Si se trata de la pensión para un hombre, puede ser menor, de 15%”, detalla Víctor Carrillo, abogado y director general del despacho Soluciones Jurídicas. Si hay más dependientes económicos la pensión puede llegar hasta el 80% del sueldo del esposo, agrega.
Generalmente en el país, las mujeres son quienes se dedican al cuidado del hogar y los hijos. Sin embargo, la sociedad y sus costumbres han cambiado, hoy ambos miembros de la pareja trabajan y contribuyen al pago de los gastos del hogar.
“Si se comprueba que ambos miembros de la pareja han trabajado durante la relación, la mujer no puede pedir pensión”, especificó Víctor Carrillo, ya que la cónyuge es autosuficiente.
Pero si la pareja se casó por bienes separados, pero uno de sus miembros realizó el trabajo doméstico y se dedicó al cuidado de los hijos, a la hora del divorcio, puede pedir hasta el 50% de los bienes adquiridos durante la vigencia del matrimonio, explicó Claudia de Buen Unna.
Por concepto de pensión, el monto que recibirá depende de si tiene hijos y se calcula entre un 12 y 15% para cada uno. Si no hay hijos ni otros dependientes, le pueden dar hasta un 25%, agregó la especialista.
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Hasta que la muerte los separe…
Si uno de los cónyuges muere sin haber dejado testamento, los bienes se dividen de acuerdo a la ley. "(El cónyuge que queda vivo) hereda la porción de un hijo -siempre y cuando no tenga bienes-, según los artículos 1624 y 1625 del Código Civil. Y si no hay hijos pero hay ascendientes, hereda el 50% y los ascendientes el otro 50%. Solo a falta de ascendientes, descendientes y hermanos, el cónyuge hereda el 100% de los bienes", explicó Claudia de Buen Unna.
En el caso de las pensiones, si fallece el marido, sólo la mujer tendrá derecho a tramitar una pensión por viudez. Este beneficio no lo tienen las parejas del mismo sexo ni los viudos.
Los bienes y dinero que alguno de los cónyuges adquiera por herencia o sorteo no se compartirá.
Para evitar cualquier problema durante el divorcio o la muerte de uno de los miembros de la pareja, es necesario leer con atención las capitulaciones, antes de firmarlas. Son documentos en los que se establece cómo se dividirán los bienes adquiridos antes del matrimonio y se firman durante el enlace matrimonial en el Registro Civil.
Así que si estás enamorado y estás pensando en casarte, deja claras las reglas del juego para que tu relación perdure. Y si termina, sea lo menos dolorosa...financieramente.