Oro, el refugio de los cautos
NOTA DEL EDITOR: Esta nota se publicó originalmente en la edición 1197 de la revista Expansión del 15 de septiembre.
Al rey de los bonos dejaron de gustarle los bonos. En su carta de perspectivas de inversión de agosto, el legendario fundador de PIMCO, Bill Gross, fue enfático: “No me gustan la los bonos, no me gusta la mayoría de las acciones, no me gusta el capital privado”.
En su lugar, el inversionista que logró hacer de su fondo insignia en PIMCO el más grande del mundo al manejar activos por hasta 293,000 millones de dólares, prefiere el oro. Sus razones: las débiles perspectivas de crecimiento global y las bajas tasas de interés.
El olfato de Gross, quien actualmente maneja un fondo en la firma Janus Capital , con activos por 1,500 millones de dólares, obedece a que los inversionistas enfrentan uyn ambiente de tasas de interés negativas, en el que el costo de oportunidad de tener oro es atractivo.
Sin embargo, no son los únicos argumentos que hay para anhelar este metal. Las fuertes sacudidas que ha tenido el mercado por sucesos como la sorpresiva decisión de Reino Unido de separarse de la Unión Europea han motivado un mayor interés por el oro, un activo que mantiene su valor, e incluso lo incrementa con el tiempo.
Estas razones explican el avance de 23% que ha tenido el precio del oro en los primeros nueve meses del año.
“Hay suficientes focos de preocupación en el futuro que no están resueltos, que generan mucha volatilidad. Eso hace que los inversionistas asignen parte de su portafolio al oro”, dice Juan Hernández, director del Negocio Institucional de BlackRock México.
Un ejemplo es el Exchange Traded Fund RING, un vehículo de inversión enfocado en empresas productoras de oro que ayudó a los inversionistas en los fondos de BBVA Bancomer a amortiguar el impacto que causó el brexit. Ese día logró un rendimiento en pesos superior al 10%.
Los expertos dudan de que el rally del oro pierda fuerza en el corto plazo a medida que la economíaa global enfrente más riesgos en el año, como la posibilidad de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca.
Por ello, analistas consultados por Bloomberg esperan que el precio de la onza se ubique en 1,330 al cierre del año, frente a los 1,106 dólares por onza que estimaban previamente.