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Invertir en medio de la tormenta

Desde la crisis de 2008, los administradores de fondos han diseñado estrategias para enfrentar un escenario de mayor volatilidad.
jue 27 octubre 2016 11:21 AM
Protección
Protección Algunas estrategias de inversión tuvieron su prueba de fuego cuando Gran Bretaña decidió abandonar la Unión Europea. (Foto: David Espinosa)

NOTA DEL EDITOR: Este reportaje fue publicado originalmente el 15 de agosto en la edición 1195 de la revista Expansión.

Las caídas de los mercados asiáticos y europeos fueron los primeros impactos para el mundo tras la decisión que millones de británicos expresaron en las urnas: abandonar la Unión Europea.

La madrugada del 24 de junio, México comenzó a conocer esos efectos. La onda expansiva llegó primero al índice Nikkei de la Bolsa de Japón, que acabó esa jornada negra con un desplome de 7.92%. Más tarde, el referencial CAC 40 de Francia se derrumbó 8%, mientras que el índice DAX de Alemania cayó 6.8%.

Conforme el mundo iba despertando, el baño de sangre era más evidente. El S&P 500 de Estados Unidos cayó 3.59% y el IPC de la Bolsa mexicana retrocedió 2.8%. Antes de amanecer, el peso mexicano tocó las 19.5 unidades por dólar, suficiente para que el gobierno federal anunciara otro recorte al gasto público en 2016.

Los episodios volátiles son cada vez más frecuentes y suman al menos 20 desde la crisis financiera de 2008. A partir de ese fatídico año, gestores y firmas de inversión comenzaron a diseñar estrategias y productos que, además de contemplar los rendimientos, también minimizaran la volatilidad para el inversionista.

“Sacamos el paraguas después de la lluvia”, dice Vinit Srivastava, director senior de Estrategias de Índices para S&P Dow Jones. “Tras la crisis financiera nos dimos cuenta de que necesitábamos protección”.

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Una de las estrategias tradicionales de los asesores se basa en medir el riesgo que pueden soportar sus clientes a partir de tres perfiles: conservador, moderado y agresivo . “Se hace para que el cliente sienta la volatilidad con la que puede vivir”, dice Hugo Petricioli, director en México y América Central de Franklin Templeton Investments.

Sin embargo, las estrategias están cambiando en los fondos de inversión para ofrecer rendimientos constantes en medio de los movimientos de los mercados.

Así se ve la volatilidad
El índice VIX muestra la volatilidad esperada en un rango de 30 días.

La táctica que diseñaron Víctor Piña, director de la Estrategia de Inversión de la banca patrimonial y privada de BBVA Bancomer, y su equipo, tuvo su prueba de fuego ese 24 de junio.

“En anticipación al brexit, en la familia de fondos teníamos inversiones en empresas mineras de oro, una nota estructurada referenciada al yen japonés y una parte dolarizada, y contamos con fondos de terceros”, dice Piña.

La composición de ese portafolio funcionó como un amortiguador en medio de las fuertes caídas que trajo el inusitado evento para los mercados. “La parte que teníamos invertida en empresas mineras subió cerca del 10%, uno de los fondos subió 3%, la nota del yen subió 5%”.

Quienes tenían su dinero en este esquema retrocedieron solo medio punto porcentual frente a caídas de más de 3% en los índices referenciales de Wall Street, y se mantuvieron con ganancias en el mes. Suena sencillo, pero la estructura detrás del resultado es más compleja.

El banco lanzó tres meses antes fondos de inversión clasificados por riesgo: preservación de capital, que busca proteger el dinero del inversionista; generación de flujos, que busca estabilizar los rendimientos; y crecimiento, en donde se ubican las inversiones de mayor riesgo.

“Lo que hace mi área es recomendar, para cada perfil, qué porcentaje de la cartera tiene que tener en cada una de esas clasificaciones”, agrega Piña. “Están combinados de tal forma que a veces se compensan. Si hay un día malo para el de flujo, es bueno para preservación de capital, de forma que tengamos mucha consistencia en los rendimientos”.

El análisis de riesgo ha ido ganando mayor peso a la par de los rendimientos. Algo sabe de ello Juan Sebastián Caicedo, quien trabaja para Seeyond, una división dedicada a la gestión de la volatilidad en Natixis Asset Management.

“Cuando trabajas con carteras y optimizas las estimaciones de rendimientos, al final son las que más impactan al portafolio y es lo que lleva a malas construcciones de los mismos”, dice el también matemático. “Por eso, puedes terminar con volatilidades más altas, porque las carteras están mal diversificadas para cuando llega un evento de riesgo”.

Los ladrillos se renuevan

La innovación para enfrentar la volatilidad no termina en la gestión de portafolios para fondos, incluye también el diseño de algunos de los productos que los conforman.

Es el caso de los Exchange Traded Funds (ETF), instrumentos que replican el movimiento de índices accionarios. Esto es, si el referenciale se mueve 5%, buscará hacerlo en la misma proporción.

Por ejemplo, el IVVPESO , un ETF de BlackRock, busca replicar los movimientos del S&P 500 de Estados Unidos al tiempo que protege a los inversionistas de la depreciación del peso frente al dólar.

Se trata de una herramienta que puede ayudar en momentos en que el nerviosismo en los mercados ha provocado que el peso retroceda casi 9% frente al dólar en lo que va del año. A través de estas coberturas, los inversionisitas aseguran una posición contra los movimientos futuros del tipo de cambio.

Las estrategias como la de Víctor piña en el brexit permiten ver una solución a un viejo problema en los fondos de inversión: el desagrado de los inversionistas al sentirse vulnerables a los movimientos del mercado.

“íbamos a ver a un cliente y le decíamos ‘le fue muy bien a su cartera, la Bolsa mexicana cayó 10% y su portafolio solo cayó 5%’. Nos agarraba a sombrerazos”, dice Piña. “El ser tan susceptibles a los movimientos del mercado es algo que no les gustaba”.

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