¿Trump de verdad quiere desatar una guerra comercial?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no mencionó las palabras “guerra comercial” en su primer gran discurso frente al Congreso el martes. Pero estuvo bastante cerca de pedirla.
Trump usó el discurso para pintar un retrato terrible de la economía: 43 millones de estadounidenses viven en la pobreza (cierto), casi uno de cada cinco personas en edad laboral no tienen empleo (cierto) y la recuperación reciente ha sido la más débil en 65 años (cierto, al menos según una métrica).
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¿El problema según Trump? El comercio.
"No permitiré que se aprovechen de EU, sus grandes empresas y trabajadores, nunca más”, declaró Trump.
Si bien Trump suavizó su tono el martes, su retórica de “Estados Unidos primero” sobre el comercio se transmitió claramente. Ésta alarma a muchos CEO, economistas e inversionistas.
"Mi trabajo no es representar al mundo. Mi trabajo es representar a Estados Unidos de América”, dijo en el que quizás haya sido su afirmación más audaz hasta ahora sobre la doctrina de Trump que guía la política exterior y el comercio.
OPINIÓN: ¿Funcionó el nuevo tono en el discurso de Trump?
"Él está dejando muy claro que todo lo que prometió en el frente económico es lo que pretende cumplir”, dijo el economista Ed Yardeni de Yardeni Research.
El déficit comercial
Trump se centró en el déficit comercial de EU en su discurso, diciendo que el desequilibrio en los bienes fue de cerca de 800,000 millones de dólares el año pasado. (De hecho, cuando se incluyen los servicios, el déficit es de casi 500,000 millones de dólares.)
El presidente estadounidense prometió nivelar el campo de juego, un tema de campaña favorito.
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Para ilustrar su punto, Trump contó una historia que involucraba al fabricante icónico de motocicletas Harley-Davidson. Cuando los ejecutivos de la empresa visitaron recientemente la Casa Blanca,
Trump dijo que él les había preguntado sobre su mayor problema de negocios. Ellos señalaron los grandes impuestos que se cobran a las motocicletas vendidas en el extranjero.
“Ellos dijeron que en una ocasión otro país puso un impuesto del 100% a sus motocicletas”, explicó Trump. “Ellos no estaban pidiendo un cambio. Pero yo sí”.
El presidente ofreció pocos detalles nuevos. No mencionó las tarifas sobre importaciones, ni el impuesto de ajuste fronterizo, que se supone motivará a las empresas a fabricar sus bienes en Estados Unidos.
Los rostros de Donald Trump en su primer mensaje ante el Congreso de EU
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Pero si usó el discurso para decir que los oleoductos estadounidenses deben fabricarse con acero estadounidense y que él busca dificultar que las compañías dejen Estados Unidos. Él incluso citó al presidente Abraham Lincoln sobre por qué es correcto tener una “política proteccionista”.
La gran moraleja es que Trump continúa señalando que llegará una acción sustancial con respecto al comercio. Él se embarca en estas políticas en un momento en el que la gran mayoría de los economistas encuestados por CNNMoney consideran la agenda proteccionista de Trump como la principal amenaza a la economía estadounidense.
"El riesgo de cualquier medida proteccionista de Estados Unidos será el desatar medidas de represalia por parte de otras naciones y terminará en reducir el comercio y crecimiento de todos”, dijo la economista Lynn Reaser de Point Loma Nazarene University.
El bloqueo de Trump con China
Si bien los expertos advierten sobre que Trump tome medidas que puedan desatar una guerra comercial, los defensores del presidente quieren que actúe.
En estados como Michigan (en donde Trump ganó por tan solo 10,704 votos), muchos de sus seguidores odian el Tratado de Libre Comercio de América de Norte (TLCAN). Ellos culpan al acuerdo, no a la automatización y tecnología, por las grandes pérdidas en los empleos de manufactura del estado.
"La gente habla sobre que iniciará una guerra comercial, pero estamos en una guerra comercial ahora”, dijo Bryan DeHenau, un elector de Trump en Michigan que dirige un pequeño negocio de colocación de techos. “Simplemente no la estamos peleando”.
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Las amplias diferencias entre los deseos de los electores de Trump y las recomendaciones de los CEO y economistas probablemente permanezcan.
Bernard Baumohl, economista principal de The Economic Outlook Group, dice que “las grietas en la agenda de Trump se están volviendo más visibles”. Los inversionistas, dijo, estarán despertando a este hecho.
Pero Yardeni no está tan preocupado. Él señala que Trump prometió originalmente etiquetar a China como manipulador de divisas desde el día uno.
Eso no sucedió. En cambio, su hombre a cargo del problema de divisas de China, el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha tomado una postura mucho más cautelosa .