México baja sus cartas contra Trump para negociar el TLCAN
El estrepitoso fracaso legislativo para aprobar su reforma de salud, dejó claro que Donald Trump está lejos de ser el experto en el “arte de la negociación” como él se autonombra, y México aprovechará las vulnerabilidades expuestas por el presidente de Estados Unidos para armar su juego de cara a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El gobierno de Enrique Peña Nieto está acomodando sus cartas para poner sobre la mesa un full que espera resulte ganador: un trío de medidas a negociar y un par de exigencias en las que México no cederá .
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“El valor de lo que comerciamos con Estados Unidos es del 40% de nuestro PIB, para ello solo 4%, pero cuando bajamos de la cifra macro a analizar los intereses que respaldan una asociación estratégica de 20 años, hay puntos neurálgicos de este comercio que afectan a intereses claros”, dijo esta semana el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
Trío de ases
La primer carta del equipo negociador de Peña Nieto es dejar claro que México no ha sido el único ganador con el TLCAN, sino también Estados Unidos (EU). Mientras que las exportaciones de México hacia EU han crecido en 525% desde la entrada en vigor del Tratado, el país de Trump ha visto aumentar con fuerza su producción manufacturera y además, casi cinco millones de sus empleos dependen del TLCAN.
“Cuando observamos lo que ha pasado en el valor de la manufactura norteamericana entre el ‘97 y 2015 ha crecido 38% en términos reales, lo que realmente ha cambiado es la capacidad para absorber empleo dada la robotización y desarrollo digital”, comentó Guajardo, este jueves ante decenas de inversionistas privados.
Las fábricas estadounidenses producen hoy en día, el doble de lo que hacían en 1984, pero con un tercio menos de personal debido a la robotización, de acuerdo con datos del gobierno de EU
La segunda carta es la modernización del Tratado, dado que entró en vigor hace 23 años, sectores como el energético o temas de comercio electrónico no están contemplados, por lo que el gobierno mexicano quiere incluirlos en la renegociación.
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La tercera carta es el papel que jugará la democracia parlamentaria en ambos países: tanto los congresistas estadounidenses como los mexicanos tendrán un papel clave.
Por ejemplo, el sector agrícola de EU ya cabildea con sus legisladores para que defiendan al TLCAN puesto que México se ha convertido en el principal mercado para sus productos como el maíz amarillo, el arroz o las manzanas.
“La democracia mexicana sí es una realidad y si esa renegociación no resulta en ventajas para todos en un avance de las preferencias y beneficios para los tres países, no hay forma que podamos procesar jurídicamente la aprobación de este acuerdo”, advirtió Guajardo.
Par de reyes
Además de esos tres pilares que impulsará en la renegociación del TLCAN, el gobierno mexicano tiene un par de exigencias que llevará a la mesa:
La primera es que los tres países deben tener claridad absoluta sobre lo que van a poner sobre la mesa de negociación y no meterle mano a todo el acuerdo.
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Como un paciente en quirófano, hay que hacer un plan de operación antes y no descuartizarlo en la mesa, dice Guajardo. En este sentido, México sí esta dispuesto a revisar reglas de origen, ambientales y laborales, pero no a negociar temas de aranceles o cuotas de comercio, pues sería un retroceso.
La otra exigencia es que las negociaciones comerciales deberán ser paralelas a la cooperación que espera EU en migración y seguridad. Sin una no hay la otra.
La instrucción del presidente Peña es clara, dice Guajardo, EU no puede cerrar la puerta al libre comercio y dañar la economía de México, sin esperar repercusiones en materia de colaboración de seguridad y migración en una de las fronteras más grandes del mundo.
Las reglas del casino
Guajardo está seguro que México puede jugar astutamente. Lo que le sucedió a Trump con su partido Republicano, teniendo incluso mayoría en ambas Cámaras y aún así no poder pasar su pretendida reforma al sistema de salud, dejó en entredicho que sea un “experto” en el arte de negociar, como lo publicita con su best seller “The art of the deal”.
En cualquier caso, Guajardo quiere que la renegociación termine este mismo año para despejar de incertidumbre a los mercados. El tiempo dirá si México juega bien sus cartas, y ya se verá si el full que prepara el gobierno mexicano será suficiente para ganar la partida… o si Trump saca su poker o tiene un as bajo la manga.
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