Las Bolsas de Japón y China tienen sus mayores caídas en casi dos años
Las acciones de las Bolsas asiáticas cayeron este martes y anotaron su mayor descenso desde 2016, luego del desplome de la víspera en Wall Street, que se produjo por temores ante el alza de los rendimientos de los bonos del gobierno estadounidense y de un potencial repunte en la inflación.
El indice Nikkei de la Bolsa de Tokio bajó un 4.73% a 21,610 unidades, su mayor declive porcentual en 15 meses, desde junio de 2016, y una caída a su punto más bajo desde el 20 de octubre. En la sesión, el índice llegó a retroceder un 6%.
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En términos de puntos, fue el mayor declive del referencial Nikkei desde junio de 2016.
El índice general Topix cedió un 4.4% a 1,743 unidades con 3,160 millones de acciones cambiando de manos, el mayor volumen desde noviembre de 2016.
"El valor del yen ha subido, lo que aumenta la volatilidad en el Nikkei. Es desafortunado para Japón", observó Shane Oliver, estratega de AMP Capital. "Un yen más alto le roba el valor a la Bolsa japonesa (...), en la medida que empeora el ánimo del mercado de acciones, el valor del yen sube, lo que es malo para los exportadores del país".
La caída del Nikkei el martes se produjo luego que los índice S&P 500 y Dow Jones perdieran más de 4% el lunes, sus mayores desplomes intradiarios desde agosto de 2011.
La Bolsa de Shanghái tuvo su mayor caída en casi dos años por el temor a que presiones inflacionarias lleven a los bancos centrales a subir sus tasas de interés más rápidamente de lo previsto.
El índice compuesto de Shanghái perdió un 3.4% a 3,370 unidades, su mayor declive en una sola jornada desde febrero de 2016. El promedio CSI300 de las acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen bajó un 2.9% a 4,148 puntos.
nullLos mercados chinos se habían eximido de la liquidación global que se dio el lunes.
"Vemos pocas probabilidades de una corrección mayor en el mercado de acciones tipo A", aseguró Yan Kaiwen, analista de China Fortune Securities. "El desplome en Wall Street podría tener un impacto limitado (...) a menos que se produzca un colapso en las Bolsas estadounidenses".
Una nueva serie de empresas china suspendieron las operaciones de sus papeles para evitar llamadas al margen. A los inversores también los preocupa una mayor fiscalización de Beijing contra las operaciones bancarias informales.
Sin embargo, las pérdidas en las bolsas chinas no eran tan acentuadas como las de otros mercados de Asia, lo que se debía en parte a los estrictos controles de capital impulsados por Beijing que ayudaron a blindar a los mercados de la volatilidad global.