Las automotrices y el gobierno mexicano se enfrentan por el TLCAN
El tema de las reglas de origen en el sector automotriz ha generado tensión y diferencias entre el gobierno mexicano y los representantes del sector privado.
Durante la séptima ronda de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) dijo a la prensa que el sector que representa no está de acuerdo en ceder contenido en las reglas de origen (como lo propone Estados Unidos), por lo que de su parte no existen contrapropuestas.
No obstante, el secretario de Economía y principal negociador del gobierno mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo que sí hay una contrapropuesta en este tema, pero que no fue presentada porque el negociador de Estados Unidos, Jason Bernstein se retiró de la ronda al ser llamado a Washington para hacer consultas con representantes del sector automotor.
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“Las decisiones del Estado mexicano no están condicionadas por la posición de un solo sector, si así lo hiciéramos estaríamos secuestrados por un solo sector y sus intereses”, dijo Guajardo en conferencia de prensa, al término del mensaje ministerial de la ronda 7 celebrada en la Ciudad de México.
El funcionario explicó que en todo momento el gobierno hace consultas con los sectores productivos, pero quien define si hay o no contrapropuestas en la mesa es el equipo responsable de la negociación.
Estados Unidos propone incrementar el contenido regional de los autos armados en los países del TLCAN de 62.5% a 85% para gozar de aranceles cero. No obstante, del 100% pide que el 50% sea de contenido estadounidense.
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El equipo negociador mexicano hace bien en no escuchar a una sola asociación porque esta puede representar y defender posiciones de intereses partículares, consideró Manuel Díaz, presidente de Grupo Ei, consultora y agencia logística en comercio exterior.
Desde la perspectiva del especialista, elevar el contenido regional en la industria automotriz ayudaría a reducir el déficit que tienen los tres países por insumos que importan de países asiáticos.
Esto beneficiaría principalmente a México porque se obligaría a más empresas extranjeras a moverse a la región para seguir suministrando insumos. Por igual, mayor contenido regional promovería la participación de empresarios nacionales que hoy están prácticamente excluidos.
Presentar una contrapropuesta que pueda ser negociada y aceptada por Estados Unidos representaría una conciliación política con el gobierno de Trump, agregó Díaz.
Especialistas consultados por Expansión han referido que en este tema, México puede hacer propuestas enfocadas en incrementar el contenido regional a un menor nivel al 85% que pide Estados Unidos, y de manera paulatina. Además de rechazar el 50% que pide el equipo estadounidense.
