El peso mexicano, ¿romperá la maldición electoral?
Cada seis años el peso se enfrenta a un periodo de volatilidad frente al dólar. Como si fuera una especie de 'maldición', la moneda mexicana nunca ha logrado vencer al billete verde entre abril y junio del año en que se celebran elecciones presidenciales en México.
Tomando como referencia el segundo trimestre del 2000, 2006 y 2012, el peso, en su cotización interbancaria, cayó 4.73% frente al dólar. Además, la moneda mexicana normalmente encuentra su mejor nivel -en un año de elección presidencial- en marzo y el escenario más adverso en junio.
Como ejemplo, en el 2012, el mejor momento del peso frente al dólar se dio el 13 de marzo cuando llegó a cotizarse en 12.6220 pesos por dólar; el lapso de mayor presión llegó el 1 junio cuando la paridad fue de 14.3520 pesos por billete verde. Lo anterior implicó una depreciación de 13.71% entre ambos puntos
En el primer trimestre del año, el peso logró apreciarse 6.90% frente al dólar, con lo que marcó su mejor desempeño para un mismo lapso desde el primer trimestre del 2017. La moneda encontró su mejor momento de los tres primeros meses, el 26 de marzo, al cotizar en 18.2970 pesos por dólar.
“Conforme nos acerquemos a las elecciones podremos ver que el mercado empieza asimilar más el riesgo electoral. Lo hemos visto en las últimas elecciones y mantenemos esta perspectiva (…) en junio podemos encontrar una presión más marcada”, dijo Alejandro Saldaña, analista de Ve por Más (Bx+).
¿Este año puede ser diferente?
Pero este año podría cambiar su comportamiento. Por lo pronto, la buena racha del peso se amplíó en las primeras sesiones de abril, incluso, batió la marca de su mejor momento del año; este miércoles se ubicó en 18.1715 pesos por billete verde.
Una de las grandes diferencias del 2018 con otros años electorales es la tasa de interés que tiene el Banco de México (Banxico). La tasa objetivo del banco central mexicano se ubica en 7.50%, cuando en Estados Unidos, la Reserva Federal ubica su tasa en un rango de entre 1.50 y 1.75 por ciento.
“Una mayor tasa de interés le ayuda al peso ser más defensivo tanto por temas locales, como puede ser mayor incertidumbre electoral, como por factores externos, como una guerra comercial o ciertos temas geopolíticos”, explicó Juan Carlos Alderete, subdirector de Estrategia de Tipo de Cambio de Banorte-Ixe.
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Otra diferencia respecto a otros años es la reforma fiscal en Estados Unidos. Ya están por verse los primeros efectos de dicha reforma sobre el ritmo de actividad económica y sobre datos de la inflación.
Si la reforma fiscal provoca una mayor inflación en Estados Unidos, la Reserva Federal podría elevar más veces de lo que ya anunció su tasa de interés, lo que fortalecería al dólar frente a otras monedas, como el peso.
Un punto extra es el camino que tomará la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) estos meses.
null“Surgieron algunos rumores de acuerdo preliminar para el 13 de abril sobre el TLCAN (…) En el corto plazo, ésto podría darle más tracción al peso, aunque el riesgo electoral sigue presente”, dijo Saldaña.
La presión que puede ejercer el TLCAN sobre el peso no es menor. De acuerdo con una encuesta de Bloomberg, la renegociación es el principal tema macroeconómico que afectaría al peso mexicano este año.
Para finales del 2018, una vez pasada la elección presidencial, Bx+ estima que el tipo de cambio se ubique en 18.50 pesos por dólar; Banorte Ixe estima que la cotización ronde los 18.60 pesos por billete verde.
