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Una mayor deuda no implicó mayor inversión pública este sexenio

La ley estipula que los recursos provenientes de deuda pública deben enfocarse a un gasto que beneficie a la población.
vie 06 abril 2018 12:25 PM
Menos para obras.
Menos para obras. En 2017, la inversión para obra pública tocó su menor nivel desde 2010. (Foto: shih-wei/Getty Images/iStockphoto)

El crecimiento en la deuda del sector público federal en lo que va del sexenio, no representó un incremento en la inversión para el desarrollo de obra pública como escuelas, hospitales y carreteras.

En 2013, el primer año de la actual administración, la inversión en obra pública (inversión física) representó el 4.5% del PIB, al cierre de 2017 representó el 2.6%. En tanto, la deuda total del sector público pasó en este mismo tiempo de 40% del PIB a 46.1% del PIB.

La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria estipula que los recursos provenientes de deuda pública deben enfocarse en el gasto de inversión, el cual genera dinamismo en la economía por la creación de empleos, mejora en el poder adquisitivo, así como el desarrollo de construcciones para mejorar el transporte de mercancías y personas, brindar educación, atender y prevenir enfermedades, refiere información de la organización México Evalúa.

Lee: La caída en inversión pública tiene estos efectos

Pero el aumento de la deuda pública y el pago de sus intereses no ha significado mayor inversión física en esta administración. Este rubro ha caído de forma importante desde 2016, pues parte de los recursos provenientes de la deuda se destinó al gasto corriente, comentó Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

El gasto corriente, según Hacienda, es el que se destina a la adquisición de bienes y servicios del sector público durante el ejercicio fiscal, sin incrementar el patrimonio federal. En este rubro se incluyen conceptos como salarios de funcionarios públicos, servicios de asesoría, transporte, servicios de telefonía e internet.

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Al cierre de febrero el gasto corriente creció 7.8%, un monto mayor al crecimiento de la inversión física que en este mismo periodo fue de 2.1%. El monto en pesos de este último rubro representó una quinta parte del gasto corriente. En tanto, el pago de intereses por la deuda total creció 23.9%, en el segundo mes del año.

De 2013 a 2017 el gasto corriente pasó de 57% a 59% como proporción del gasto total del sector público. En cambio, el gasto en inversión física pasó de 17.6% a 11%. En tanto, el pago de intereses por la deuda pasó de 7.5% a 10.3%.

Lee: El gasto en obra pública en México tuvo su peor año desde 2010

La menor inversión pública se relaciona con los recortes al gasto que el gobierno ha aplicado desde fines de 2015, a partir de menores ingresos petroleros, además de variaciones en el tipo de cambio a causa del Brexit, el cambio de administración en Estados Unidos, y el desplome de los índices económicos chinos.

La inversión física es una partida dentro del gasto programable sobre el cual el sector público tiene un mayor control, a diferencia del costo financiero de la deuda, las transferencias a los estados a través de participaciones y pensiones que son gastos ineludibles, explicó Félix Boni, director de HR Ratings México.

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