Trump puede caer en su propia trampa en el nuevo TLCAN
Si México y Canadá ceden en algunas de las propuestas polémicas de Estados Unidos para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), corre el riesgo de que el propio Congreso estadounidense rechace la nueva versión del tratado .
“Existe la posibilidad que el Tratado no pase la aduana del congreso en Estados Unidos, en vista de que los agentes económicos de este país han expresado que no están de acuerdo con propuestas como incrementar las reglas de origen en automotriz, la cláusula de muerte súbita o la desaparición de mecanismos de defensa comercial”, dijo a Expansión, Armando Ortega, presidente de la Cámara de Comercio de Canadá en México (CanCham).
Legisladores demócratas y republicanos han manifestado estar en contra de medidas que se negocian para modernizar el TLCAN que afecten el intercambio comercial con México y Canadá, considerando las preocupaciones de los agentes económicos.
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El pasado 30 de enero, 36 senadores enviaron una carta a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en la que resaltan la importancia del TLCAN para su país, además de que hacen un llamado a mejorar las condiciones del mismo.
Esos mismos legisladores son quienes tendrán que revisar y aprobar el TLCAN 2.0, después de que los países lleguen a un acuerdo y previo a su firma por parte de los tres jefes de Estado.
En Estados Unidos, los acuerdos comerciales con otros países se aprueban bajo la Autorización para Negociar Acuerdos Internacionales (TPA por sus siglas en inglés) según la cual, el Congreso puede aprobar o rechazar un tratado en su totalidad
“Los legisladores no pueden hacerle cambios, sólo revisarlo, aprobarlo en su totalidad, o rechazarlo. Cualquier detalle en el que no estén de acuerdo significa un riesgo para su aprobación”, explicó el presidente de la CanCham.
Justo lo que busca evitar la TPA es que la propia Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) entre a renegociar cláusulas con el propio Congreso, y regresar con los mexicanos y canadienses para hacer cambios, detalló Ortega quien también es vicepresidente para América Latina de la empresa minera canadiense New Gold.
La renegociación del Tratado lleva ocho meses y no termina aún por propuestas que han sido rechazadas por México y Canadá pues atentan contra la competitividad de la región, la cual debe reforzarse frente al desarrollo y competitividad de países de la región asiática, expresó Ortega.
Algunos analistas prevén que el acuerdo terminará de negociarse antes de las elecciones presidenciales en México en julio.
Concluirlo en mayo es clave para que la nueva versión del Tratado pueda ser revisada y aprobada por el actual Congreso en Estados Unidos (con mayoría republicana) y por la actual legislatura del Senado en México (con mayoría priísta).
La CanCham, con 300 empresas canadienses y no canadienses asociadas, considera riesgosas para el TLCAN la propuesta de elevar el contenido estadounidense a 50% para la fabricación de autos en la región, eliminar el capítulo 11 que establece mecanismos de defensa comercial y la cláusula de muerte súbita cada cinco años.