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El error de la obsesión de Trump contra los autos alemanes

El presidente de EU ha hablado sobre su deseo de excluir a las automotrices alemanas del mercado del país, aunque estas hacen una gran contribución a varios sectores de la economía estadounidense.
lun 04 junio 2018 06:40 AM

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cree que hay demasiados autos alemanes en Estados Unidos. Pero la cuestión es que las automotrices alemanas hacen una gran contribución a varios sectores de la economía estadounidense.

La revista alemana WirtschaftsWoche reportó el jueves que Trump dijo al presidente francés, Emmanuel Macron, que quería excluir a las automotrices alemanas premium del mercado estadounidense y evitar que los modelos de Mercedes rueden por la Quinta Avenida de Nueva York .

Un funcionario de la Casa Blanca desestimó el artículo y dijo que “el reporte que afirma que el presidente Trump se está preparando para bloquear a las automotrices de lujo alemanas es inventado y basado en cero hechos, simplemente no es cierto”.

Una fuente diplomática estadounidense dijo que Trump dedicó cerca de 15 minutos de su reunión de una hora con Macron el mes pasado hablando sobre el tema del comercio alemán y se quejó de que había demasiados automóviles alemanes en las carreteras estadounidenses.

nullEl mes pasado, Trump mencionó directamente la cuestión de las importaciones alemanas con la canciller alemana, Angela Merkel.

Durante una reunión en Washington, acusó a Merkel de ser “tan proteccionista” en sus políticas comerciales, y volvió a plantear el tema de los automóviles alemanes en Estados Unidos.

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Merkel explicó que si ella redujera las barreras para que los automóviles estadounidenses ingresen a Alemania, tendría que hacer lo mismo para con otros países.

Lee: Trump arremete contra México, Canadá y China en Twitter por agricultores de EU

En el pasado, Trump también ha propuesto un impuesto de importación del 35% sobre los automóviles alemanes.

Pero los planes de atacar a los fabricantes de automóviles alemanes podrían ser costosos y potencialmente dañinos para la economía estadounidense, según los expertos.

Fábricas

Mercedes, BMW y Volkswagen tienen importantes plantas de fabricación en Estados Unidos que emplean a miles de trabajadores estadounidenses.

La mayor planta de ensamblaje de BMW en el mundo se encuentra en Spartanburg, Carolina del Sur. Fabrica los BMW X3, X4, X5 y el SUV X6. El año pasado, produjo un récord de más de 400,000 vehículos, el 70% de los cuales se exportaron a otros países.

Volkswagen tiene una gran fábrica en Chattanooga, Tennessee, donde fabrica el sedán Passat y el gran SUV Atlas. En el condado de Tuscaloosa, Alabama, Mercedes fabrica 300,000 autos y SUV, el 60% de los cuales se exportan.

Lee: Los aranceles de Trump dañarán... ¡a los estadounidenses!

En conjunto, las plantas de VW, Porsche, Daimler y BMW emplean directamente a casi 50,000 personas en Estados Unidos. Ese número no incluye a las personas empleadas por los proveedores en sus fábricas y centros de distribución y servicio.

“Hacer una distinción tajante entre lo que es un automóvil estadounidense y lo que es un automóvil alemán es, en mi opinión, una tontería”, dijo Jacob Kirkegaard, un experto en comercio europeo del Peterson Institute for International Economics.

Si Trump quiere que los fabricantes de automóviles estadounidenses vendan más automóviles al otro lado del Atlántico, aplicar aranceles a los automóviles alemanes no ayudaría a hacer eso, dicen los expertos. Y la Unión Europea casi con certeza responderá con aranceles a los autos estadounidenses.

Kirkegaard dijo que imponer fuertes aranceles sobre cualquier parte de la industria automotriz podría generar alzas de precios.

“Esta es una industria que produce un producto final y, por lo tanto, tiene una cadena de suministro muy, muy larga”, dijo Kirkegaard. “Por lo tanto, la imposición de aranceles a la industria automotriz perturbaría seriamente esas cadenas de suministro”.

Trump probablemente también tenga que retirarse del TLCAN, el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, para evitar que las automotrices construyan vehículos en México y los envíen a Estados Unidos.

“Él puede hacer esto”, dijo Kirkegaard. “Pero sospecho que el costo político de hacerlo sería dramático”, mucho más dramático que la reacción negativa que Trump verá por sus aranceles sobre el acero y aluminio.

Importaciones

El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo a comienzos de este mes que iniciaría una investigación sobre si las importaciones de automóviles están perjudicando la seguridad nacional de Estados Unidos.

El tipo de investigación, conocida como Sección 232, es el mismo enfoque que utilizó el gobierno de Trump para justificar sus nuevas importaciones de acero y aluminio.

Alemania ha destacado las inversiones realizadas por sus empresas en Estados Unidos y su papel como grandes creadores de empleo.

Lee: La loca guerra comercial de Trump

“Hay aproximadamente 750,000 empleos creados por compañías alemanas en Estados Unidos”, dijo Merkel el año pasado.

El jueves, Volkswagen dijo en un comunicado que la decisión del gobierno Trump de imponer sanciones sobre el acero y el aluminio de la Unión Europea no ayudaría a nadie en el largo plazo.

“Tememos que este sea el comienzo de un desarrollo negativo de medidas y contramedidas, al final del cual no habrá ganador”, dijo la compañía en un comunicado.

“La industria automotriz se basa en la inversión a largo plazo, los productos y los ciclos de producción y, por lo tanto, depende de condiciones internacionales confiables”, dijo Volkswagen.

Elise Labott y Peter Valdes-Dapena contribuyeron a este reporte.

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