Moody's, sobre el NAIM: "El daño ya está hecho"
Los inversionistas no bajarán la guardia frente al nuevo gobierno mexicano. “El daño ya está hecho con esta decisión de cancelar el nuevo aeropuerto, y lo vemos en la reacción de los mercados financieros”, dijo Jaime Reusche, analista de la calificadora Moody’s.
La decisión de Andrés Manuel López Obrador de cancelar la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco derivó en una caída en los precios de los bonos que financiaban el proyecto, aunque también influyó el alza de las tasas de referencia, acotó Adrián Garza, también analista de Moody's.
Lee: AMLO expresa su apoyo al libre mercado
Frente a esto, el gobierno anunció la recompra de bonos por 1,800 mdd, destacando que cumplirá los compromisos con los inversionistas. "Los mercados van a necesitar que se restaure mucha de la confianza, que ahora tal vez la ven débil", comentó Reusche. "Este es un tema que puede generar ruido en el corto plazo, y en el mediano plazo puede llevar a que estos movimientos de mercados financieros contaminen a la perspectiva económica de México", añadió.
Hace unos meses, los bonos del NAIM quedaron a un paso de ser considerados como bonos basura, en Baa3 con perspectiva negativa. Los analistas consideran necesario que concluya la oferta de recompra del gobierno, en enero, antes de calificarlo nuevamente.
Colchón financiero
Por otro lado, los expertos de Moody's señalaron que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene un colchón financiero que le heredó la administración de Enrique Peña Nieto, y que le permitirá disminuir el impacto de decisiones como la del nuevo aeropuerto.
Lee: ¿Qué dicen los especialistas de la recompra de bonos del NAIM?
"La sólida posición financiera del gobierno federal habrá de operar como colchón crediticio en el corto plazo, limitando el efecto adverso de condiciones financieras", dijo Reusche. "El gobierno arranca con un punto de partida bastante sólido, desde el lado fiscal. Es el legado de Enrique Peña Nieto: las cuentas fiscales se encuentran en una posición robusta, las cifras de deuda están tendiendo a la baja y el déficit fiscal está en una posición bastante cómoda", agregó.
Sin embargo, la calificadora aclaró que este margen puede durar sólo a lo largo de 2019. El resto del sexenio, el gobierno tendrá el reto de mantener unas perspectivas económicas positivas y unos niveles de deuda a la baja.