“Eso son siempre buenas noticias para los mercados emergentes (como México) porque da un respiro”, dice Gabriel Casillas, director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte.
Lee: El precio del dinero divide a la Junta de Gobierno de Banxico
Pero si bien el panorama externo le ofrece a Banxico la oportunidad de bajar su tasa de inetrés desde el 8.25% (el nivel más alto en una década) en lo interno la incertidumbre por las finanzas de Pemex, la inflación subyacente y las calificaciones de riesgo le hacen sombra al banco central nacional para inaugurar un ciclo para bajar el precio al dinero en el país.
“México desafortunadamente no se encuentra en una situación cómoda que le permita disminuir sus tasas de interés todavía, ya que existen riesgos latentes que pueden materalizarse y ello impide que el país pueda darse el lujo de disminuir su competitividad de tasas frente a otras economías como la estadounidense”
Para Banxico, es como mirar que hay una fiesta en el mundo donde el dinero es barato y no poder asisitir hasta que los problemas en casa se resuelvan.