Las probabilidades de que Macri obtenga la reelección en las elecciones del 27 de octubre próximo se desvanecen.
“Mi sueldo aumenta mucho menos que los precios y me vi obligada a reducir gastos: en el último año cambié las compras de artículos en el supermercado por marcas más económicas y abandoné el plan de medicina privada”, señala Delia González, una habitante de un barrio de clase media de Buenos Aires.
Las restricciones en el crédito y la pérdida de poder adquisitivo afectan a las empresas de consumo, entre las que se encuentran varias mexicanas. En el último trimestre de 2018, las ventas de Coca-Cola FEMSA, medidas en cajas, se derrumbaron 27.1% anual, mientras que las de Embotelladora Arca cayeron 7.9%.
En el caso de Alsea, las ventas consolidadas sumadas a todas las operaciones crecieron 6.6% el año pasado, pero si se excluye Argentina, hubieran saltado 12.1%.
Las empresas que más contaminan los océanos
La crisis continúa golpeando, pero no todo es un tango triste en Argentina. Sin la sequía del año pasado, la cosecha agropecuaria crecerá este año un 27%.
“La notable recuperación de la cosecha es tal que incluso permitirá poner el PIB en terreno positivo ya en este segundo trimestre”, pronostica Ramiro Castiñeira, economista de la consultora Econométrica, en Buenos Aires.
A eso se suma que la producción de petróleo y gas promete continuar en alza de la mano del crecimiento exponencial de Vaca Muerta, el yacimiento que contiene las segundas mayores reservas mundiales de hidrocarburos no convencionales.
A su vez, la fuerte depreciación del peso viene impulsando el turismo receptivo, y allana el camino para exportaciones, como la de los vinos y las carnes.