Después del destello de mejora de junio, los analistas afirmaron que los últimos datos eran una prueba de que la demanda cayó en todos los frentes el mes pasado, desde la producción industrial a la inversión, pasando por las ventas al por menor.
El ritmo de crecimiento de la producción industrial se desaceleró a un 4.8% en julio respecto del año anterior, según datos de la Oficina Nacional de Estadística, menos que las previsiones más pesimistas de una encuesta de Reuters y su registro más flojo desde febrero de 2002.
Los analistas habían pronosticado una desaceleración del crecimiento del 5.8% desde el 6.3% de junio. Washington elevó drásticamente algunos aranceles a productos chinos en mayo.
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"La economía continuará desacelerándose. En algún momento, las autoridades tendrán que aumentar los estímulos para apoyar la infraestructura y las propiedades. Creo que eso podría ocurrir hacia fines de este año", dijo Harry Hu, jefe de economía de China continental en Macquarie Group en Hong Kong.
La inversión en infraestructura, con la que Beijing ha estado contando para estabilizar la economía, también retrocedió, al igual que la inversión inmobiliaria, que ha sido un raro brote verde pese a la preocupación sobre posibles burbujas.
La producción de acero crudo cayó por segundo mes consecutivo en julio, mientras que la producción de automóviles siguió cayendo a un ritmo de dos dígitos.
El Ministerio de Industria dijo el mes pasado que el país necesitaría "arduos esfuerzos" para alcanzar la meta de un crecimiento industrial para 2019 de entre el 5.5% y el 6.0%.