Los aranceles también perjudican de otras maneras. La creciente clase media de China es un mercado de consumo cada vez más tentador para las empresas estadounidenses. Por lo tanto, cualquier cosa que haga que los iPhones y otros dispositivos sean más caros en China también es un gran problema.
Puede que los minoristas y las empresas tecnológicas estén en primera línea en China. Pero hay preocupaciones aún mayores para la economía estadounidense.
“El mayor riesgo aquí es el de un líder que está tomando decisiones peligrosas y arbitrarias con poca idea de las posibles consecuencias”, dijo Mike O'Rourke, director de estrategia de mercado de JonesTrading, en un reporte el domingo.
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“Los líderes empresariales estadounidenses ahora rechazan públicamente el enfoque del presidente Trump. Por las mismas razones, China no confía en que el presidente Trump haga un trato; las empresas y los mercados perderán rápidamente la fe”, agregó O'Rourke.
La confianza corporativa se desvanece rápidamente
Las empresas ya tienen miedo de realizar importantes inversiones debido a las preocupaciones arancelarias.
Y los inversionistas que están demasiado ocupados enfocándose en los últimos titulares y tuits minuto a minuto podrían pasar por alto ese hecho.
“La resolución de la guerra comercial está claramente lejos, y parece inevitable una mayor erosión de la confianza empresarial”, dijo Lori Calvasina, directora de estrategia de renta variable estadounidense de RBC Capital Markets, en un informe el lunes.