El CEO de DoubleLine Capital, Jeffrey Gundlach, ve una probabilidad del 75% de una recesión antes de las elecciones presidenciales de 2020.
Trump intensificó la guerra comercial a principios de este mes al anunciar planes para imponer un arancel del 10% a 300,000 millones de dólares (mdd) en bienes de consumo chinos, incluidos televisores, teléfonos inteligentes y calzado.
“En el centro de la debilidad está el deterioro en las relaciones comerciales”, dijo Piegza de Stifel.
La manufactura constituye una pequeña parte de la economía general de Estados Unidos. Pero el riesgo es que la tormenta de las fábricas se extienda al resto de la economía. Los recortes salariales y los despidos dañarían el gasto del consumidor.
Las solicitudes de desempleo han aumentado en un promedio de 5% en estados manufactureros clave como Michigan, Pensilvania, Ohio y Wisconsin desde que se impusieron los aranceles estadounidenses a China en septiembre de 2018, de acuerdo con el Bank of America. Las solicitudes de desempleo de Iowa han aumentado 16% en ese lapso.
“En este momento, no estamos viendo condiciones de recesión”, dijo Liz Ann Sonders, directora de estrategia de inversiones de Charles Schwab, en Markets Now de CNN Business. “Pero si ese malestar de la manufactura se convierte en un malestar del consumidor, entonces las posibilidades de que entremos en una o de que ya estemos en una aumentarán”.
¿Qué pasa si la guerra comercial desaparece?
Muchos aún confían en que Estados Unidos evitará una recesión.
“La economía subyacente sigue funcionando bien. La posibilidad de una recesión en el corto plazo aún es relativamente baja”, dijo el presidente ejecutivo de Goldman Sachs, David Solomon, a Christine Romans de CNN Business.