Lo que suceda después promete ser mucho más difícil. Reino Unido entrará en un periodo de transición postBrexit durante el cual las empresas podrán seguir comerciando con la Unión Europea según las normas vigentes. Eso significa que no habrá aranceles ni controles sobre las exportaciones a la Unión Europea al menos hasta finales de 2020.
Sin embargo, en ese punto, los bienes británicos enviados al mayor mercado de exportación del país estarán sujetos a impuestos a menos que Johnson haya asegurado un acuerdo que establezca nuevos términos de comercio con la Unión Europea. Los bancos y otras empresas que venden servicios en los mercados de la UE también enfrentarán nuevas y significativas barreras.
Los expertos dudan que sea posible negociar un acuerdo comercial integral en solo un año, lo que aumenta la posibilidad de más demoras y más incertidumbre para los negocios.
Si las negociaciones se derrumban por completo, eso provocaría el escenario de pesadilla de “no acuerdo” que tanto han temido las empresas. Los expertos advierten que nuevas barreras comerciales y aranceles borrarían años de crecimiento económico de Reino Unido y pondrían a la industria automotriz del país en riesgo del colapso total.
“Johnson se ha dado a sí mismo solo 12 meses para alcanzar un nuevo acuerdo comercial con la UE, lo cual ha tomado a otros aproximadamente cuatro años”, dijo Paul Dales de Capital Economics. “Sospechamos que, si Johnson se queda corto, extenderá el periodo de transición en el último minuto”.
Después de casi cuatro años de incertidumbre causada por el brexit, más demoras son lo último que quieren las empresas.
La economía británica se detuvo en seco en los tres meses previos a finales de octubre, y se espera que el crecimiento para 2019 en general caiga a poco más del 1%. La inversión se ha estancado, la productividad ha disminuido y la confianza se ha erosionado. Casi dos tercios de los fabricantes dicen que la incertidumbre del brexit ha perjudicado sus márgenes de beneficio, según el grupo comercial Make UK.
“El punto de partida debe ser la reconstrucción de la confianza empresarial, y una seguridad temprana acerca del brexit será vital. Las empresas continuarán haciendo todo lo posible para prepararse para el brexit, pero querrán saber que no enfrentarán otro peligro de no acuerdo el próximo año”, dijo Carolyn Fairbairn, directora general de la Confederation of British Industry.
Mucho depende de cómo Johnson aborde las conversaciones comerciales con la Unión Europea.
Negociar un acuerdo integral protegería el comercio con un mercado que representó el 44% de las exportaciones totales de bienes y servicios de Reino Unido en 2017. Pero mantenerse cerca de la Unión Europea y de su estrategia común limitaría la capacidad de Johnson de llegar a un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos, que sus partidarios han promocionado como un gran beneficio potencial de brexit.
La elección ha dado al primer ministro el capital político necesario para buscar el tipo de relaciones comerciales que quiere. Pero a medida que se acerca la fecha límite para un acuerdo con la Unión Europea, tiene poco tiempo para decidir un curso de acción. Los funcionarios de la UE quieren saber antes del 1 de julio si Gran Bretaña buscará una extensión de los acuerdos de transición más allá de fines del próximo año.
Y aunque el comercio de la UE es crucial para el futuro del país, esa cuestión no fue una característica importante de su campaña.
Simon Wells, economista europeo en jefe de HSBC, dijo que la incertidumbre del brexit podría seguir arrastrando a la economía porque la “difícil tarea” de forjar las nuevas relaciones comerciales del Reino Unido apenas está comenzando. Combinada con una desaceleración del mercado laboral británico y un débil crecimiento global, la continua incertidumbre contrarrestará el efecto de cualquier repunte en la inversión y un mayor gasto de estímulo gubernamental, dijo.
El brexit ha enseñado a las empresas británicas a vivir con incertidumbre, pero aún habrá más retrasos con un costo económico.
“Sospechamos que si Johnson no logra [llegar a un acuerdo comercial con la UE], extenderá el periodo de transición en el último minuto, pero para entonces el daño ya estará hecho y la persistente incertidumbre habrá mantenido algunas inversiones comerciales congeladas”, dijo. Dales.
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