El directivo señaló que en las últimas 5 semanas se han establecido mesas de trabajo y diálogo con el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, y la secretaria de Economía, Graciela Márquez para convenir la reanudación de actividades entre los dos países.
“Es un proceso de homologación de actividades en términos de industrias, de sectores y empresas. Lo vemos como un tema de colaboración”, añadió.
Para José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), se trata también de la necesidad de México de otorgar insumos a Estados Unidos al ser uno de los proveedores más importantes de ese país, una versión que es apoyada por Gilberto Lozano, socio Líder de Estrategia en EY México.
“Si no lo hacemos (regresar actividades), perdemos la posición”, dijo Lozano en entrevista y explicó que si México no comercia con EU, puede perder clientes.
De la Cruz, por su parte, señaló que es un proceso de lógica pues también se trata de cumplir con los requerimientos que marca el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), que en unos días se convertirá en T-MEC.
"Sí hay un condicionamiento impuesto; el hecho de que México por mucho años disfrutó de las inversiones que llegaron del sector automotriz hace que cuando en Estados Unidos se considere estratégico reactivar a ese sector pues México tenga que alinear ese sector y toda su cadena de insumos intermedios que necesita", añadió.
Otro de los motivos, es evitar más despidos en los sectores. "Ya estábamos llegando a un punto donde la mayoría de las empresas como son Mipymes venían batallando. Con que se abra la industria ya se va a empezar a generar y nos va a ayudar a que cada uno tenga ingresos para poder pagar", dijo José Francisco Guajardo, presidente de Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) de Nuevo León.
De acuerdo con el representante de la CMIC, los empresarios fueron "solidarios" con sus empleados y pese a no tener ingresos pagaron el sueldo de los trabajadores. Guajardo refirió que en Nuevo León había 150,000 trabajadores en la industria de la construcción por lo que de seguir con el cierre de las actividades más allá del 18 de mayo, se podrían perder entre un 20% y 25% de los empleos solo en el Estado.
"Estoy seguro que hasta este viernes la mayoría (de los empresarios) vamos a tratar de mantener a nuestros trabajadores y la siguiente semana sería algo crítico reiniciamos la pérdida de empleo no será tan grave", dijo en entrevista.
Para José Luis de la Cruz, el regreso del sector de la construcción y de la minería es importante para que las empresas no quiebren y se siga perdiendo el empleo.
"Junto con la minería, que es un elemento esencial para que funcione la construcción, pues el gobierno ha decidido reabrirlos un tanto por esta presión de la posible quiebra que hay en ese sector que ha entrado en recesión desde hace varios años", destacó de la Cruz.
El especialista destacó que aún falta ver si los proyectos que se tenían planeados antes del paro por el coronavirus seguirán vigentes o si se tendrán que rehacer los programas de inversión.
"La reapertura no significa que todos los proyectos se van a reactivar y en ese sentido va a ser necesario el que el gobierno instrumente medidas complementarias para tratar de garantizar que el sector de la construcción va a tener proyectos donde invertir", destacó.
El gobierno estadounidense tiene un plan similar al de su vecino del sur. La reapertura se hará en tres fases con asesoría de expertos en salud pública, los cuales darán pauta a los gobiernos locales a reabrir los negocios sin exponer a su población a nuevos contagios.