“No alcanza a compensar los incrementos anteriores, pero observaron un aumento, por ejemplo, el transporte aéreo de 14%, el autobús urbano de 2.1%. Lo atribuiría a que, tal vez, estas empresas estás previendo un incremento a la demanda relativo al día de hoy una vez que se terminen las restricciones a las actividades y un alza en el precio de los combustibles”, explicó el director de estudios económicos de Citibanamex.
¿Cuándo bajará la inflación subyacente?
Si lo visto por los analistas se concreta, este índice comenzaría a bajar una o dos quincenas después de que se terminen las restricciones las actividades.
“Veo una desaceleración conforme se normalicen las actividades, como muestra la inflación de mercancías no alimenticias que se encuentra ofreciendo tasas de 2.2% cuando en la primera quincena de febrero estaba en 2.6%. Esperaría que en el caso de mercancías y servicios se revierta de manera relativamente acelerada”, dijo Arias.
Una baja en la inflación subyacente no necesariamente se traduciría en una baja en la inflación general, pues se espera un aumento en el componente no subyacente, haciendo un contrapeso. Además, factores como el tipo de cambio ayudarán también a mantener la inflación general, señalaron los especialistas.
“Si no hubiera una presión del tipo de cambio la inflación tendría mayor margen para disminuir, pero dada la depresión que se ha observado, compensa un poco el efecto de la caída de la actividad económica”, subrayó Arias.
Para el cierre de 2020, Citibanamex estima que la inflación cerrará en 3.0%, mientras que Finamex tiene un pronóstico de 3.10%.
Sobre la política monetaria del banco central, ambos analistas coinciden en que en julio y agosto la Junta de Gobierno hará dos recortes más, de 50 puntos base cada una, para dejar la tasa de interés en 4.50% y que se mantendrá así lo que resta del año.
¿Qué representa la baja inflación en tiempo de crisis?
El hecho de que la inflación se mantenga controlada es una buena noticia no solo para los encargados de la política monetaria y fiscal, sino también para los ciudadanos.
“Significa que (la inflación) está en niveles que el Banco de México considera como estables y, entonces, es una preocupación menos. Imagínate que estuviéramos enfrentando una caída importante en la actividad económica y, encima, la inflación. Banxico es prudente porque quiere conservar esta buena dinámica y sabe que si empieza a hacer cosas poco ortodoxas –baja la tasa demasiado rápido, que no esté monitoreando bien todos los elementos, expectativas de inflación- puede llegar un momento en que el ambiente inflacionario se vuelva mucho más complicado y eso es lo que no quiere”, explicó Jessica Roldán.
“En la medida que hay una inflación menor, hace que el efecto sobre el poder adquisitivo de los salarios sea menor. Si tuviéramos una inflación más alta, el poder adquisitivo de los salarios, en un entorno de baja actividad y bajo flujo, sería más fuerte”, añadió Iván Arias.