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La inflación subyacente de México se rebela por la crisis

La crisis del Covid-19 ha provocado que los precios de alimentos y bebidas procesados tengan un comportamiento atípico por su alta demanda.
mié 27 mayo 2020 05:49 AM
Inflación subyacente Banxico
La venta de bebidas seguirá con restricciones.

De manera general, el alza de precios en el país parece estar bajo control, pero si se mira con mayor detenimiento, la inflación subyacente, es decir aquella que excluye los productos más volátiles, amenaza con generarle dolores de cabeza al instituto encargado de garantizar la estabilidad de la moneda: el Banco de México (Banxico).

La entidad gobernada por Alejandro Díaz de León tiene como objetivo mantener la inflación en un nivel de 3% +/- un punto porcentual. Al cierre de la primera quincena de mayo, el índice general de precios al consumidor llegó a 2.83%... pero la inflación subyacente se ubicó en 3.76%.

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Desde el año pasado, el índice subyacente ha mostrado resistencia a bajar a pesar de los recortes a la tasa de referencia que ha hecho Banxico, actualmente en 5.50%, coincidieron Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex Casa de Bolsa, e Iván Arias, director de estudios económicos de Citibanamex. “Este tema de la pandemia del Covid ha traído efectos en la economía, no solo en términos de actividad, sino de precios”, explicó Arias.

¿Qué es la tasa de interés de referencia de Banxico?

“El problema tiene que ver con las mercancías, específicamente con las alimenticias: alimentos, bebidas y tabaco. Este año, con el IEPS (impuesto especial) para bebidas azucaradas y cigarros, hubo un repunte en ese componente de la inflación. Motivado por el Covid-19, hemos visto un incremento importante en este rubro. Por ejemplo, el dato de esta quincena en particular estuvo muy movido por aumentos importantes en los precios de la cerveza, justo porque no hay. Si no hay, vas a pagar más por ella”, añadió Roldán.

En lo que respecta a la inflación no subyacente (que estuvo en -0.06%), los energéticos registraron en la primera quincena del mes un -13.43%, algo que ayudó a mantener la inflación general en la meta del banco central. “Lo que nos ayudó muchísimo fue el precio de las gasolinas, que durante el mes de abril bajó mucho. Esa caída tan grande ha hecho que los precios de los energéticos, en general, hayan bajado muchísimo. Por eso estamos viendo esos números tan bajos”, señaló economista en jefe de Finamex.

¿Por qué no baja la inflación subyacente?

Los recortes en la tasa de referencia, como parte de la política monetaria que ha implementado el banco central, han contribuido a que la inflación esté dentro del rango de variabilidad (+/-1%). Sin embargo, el coronavirus trajo efectos atípicos que han impactado en el costo de algunos productos.

“El problema adicional que tenemos ahorita es que estos tiempos extraordinarios hacen que ciertos componentes de esa inflación estén siendo más afectados o sensibles a cuestiones de oferta y demanda que no puede controlar la política monetaria”, dijo Jessica Roldán.

“La tasa de interés, por más que baje, no va a hacer que haya más demanda para ir al cine, al restaurante. Al contrario, ahorita lo que tiene demanda es ir al súper”, añadió.

“(Son) cambios que atípicos y que, en gran medida, serían temporales y pasando este periodo de restricciones a la actividad, observaríamos una tendencia más clara de disminución de la inflación subyacente”, anticipó Iván Arias.

Otros elementos de la inflación subyacente que incrementaron en la primera quincena de mayo fueron los servicios relacionados con el turismo: hoteles, transporte aéreo y en autobús.

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“No alcanza a compensar los incrementos anteriores, pero observaron un aumento, por ejemplo, el transporte aéreo de 14%, el autobús urbano de 2.1%. Lo atribuiría a que, tal vez, estas empresas estás previendo un incremento a la demanda relativo al día de hoy una vez que se terminen las restricciones a las actividades y un alza en el precio de los combustibles”, explicó el director de estudios económicos de Citibanamex.

¿Cuándo bajará la inflación subyacente?

Si lo visto por los analistas se concreta, este índice comenzaría a bajar una o dos quincenas después de que se terminen las restricciones las actividades.

“Veo una desaceleración conforme se normalicen las actividades, como muestra la inflación de mercancías no alimenticias que se encuentra ofreciendo tasas de 2.2% cuando en la primera quincena de febrero estaba en 2.6%. Esperaría que en el caso de mercancías y servicios se revierta de manera relativamente acelerada”, dijo Arias.

Una baja en la inflación subyacente no necesariamente se traduciría en una baja en la inflación general, pues se espera un aumento en el componente no subyacente, haciendo un contrapeso. Además, factores como el tipo de cambio ayudarán también a mantener la inflación general, señalaron los especialistas.

“Si no hubiera una presión del tipo de cambio la inflación tendría mayor margen para disminuir, pero dada la depresión que se ha observado, compensa un poco el efecto de la caída de la actividad económica”, subrayó Arias.

Para el cierre de 2020, Citibanamex estima que la inflación cerrará en 3.0%, mientras que Finamex tiene un pronóstico de 3.10%.

Sobre la política monetaria del banco central, ambos analistas coinciden en que en julio y agosto la Junta de Gobierno hará dos recortes más, de 50 puntos base cada una, para dejar la tasa de interés en 4.50% y que se mantendrá así lo que resta del año.

¿Qué representa la baja inflación en tiempo de crisis?

El hecho de que la inflación se mantenga controlada es una buena noticia no solo para los encargados de la política monetaria y fiscal, sino también para los ciudadanos.

“Significa que (la inflación) está en niveles que el Banco de México considera como estables y, entonces, es una preocupación menos. Imagínate que estuviéramos enfrentando una caída importante en la actividad económica y, encima, la inflación. Banxico es prudente porque quiere conservar esta buena dinámica y sabe que si empieza a hacer cosas poco ortodoxas –baja la tasa demasiado rápido, que no esté monitoreando bien todos los elementos, expectativas de inflación- puede llegar un momento en que el ambiente inflacionario se vuelva mucho más complicado y eso es lo que no quiere”, explicó Jessica Roldán.

“En la medida que hay una inflación menor, hace que el efecto sobre el poder adquisitivo de los salarios sea menor. Si tuviéramos una inflación más alta, el poder adquisitivo de los salarios, en un entorno de baja actividad y bajo flujo, sería más fuerte”, añadió Iván Arias.

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