En México hay 4.1 millones de micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales generan casi el 80% de los empleos.
De los negocios que sí accedieron a un crédito, 8 de cada 10 usaron los recursos para la compra de insumos.
Ante este panorama, pues con ayuda de la tecnología es más fácil evaluar la capacidad de pago de un cliente.
Para Borrás, las empresas fintech no son débiles y llegaron para quedarse. Los clientes tampoco deben desconfiar de este tipo de empresas pues suelen estar respaldadas por bancos o fondeadores.
“Cuando empezaron las fintechs eran empresas poco capitalizadas, eran empresas con muy poca historia y a lo mejor tenían 6 meses de historia. Hoy tenemos una solidez financiera importante avalada por inversionistas”, asegura Borrás en entrevista.
Bien para Bien está financiada por dos fondos estaounidenses: Alsis Funds y el Overseas Private Investment Corporation (OPIC) así como financiamiento de instituciones financieras como Scotiabank y Monex.
La historia de Bien para Bien inicia en 2014 cuando solo ofrecían préstamos a empresas. “En 2018 empezamos a evolucionar y nos convertimos en una fintech: metimos inteligencia artificial y ampliamos nuestro ámbito para ir a familias, no solo empresas”, comentó.
Para las personas físicas que soliciten un préstamo, la garantía es un bien inmueble y el rango del crédito que otorga esta fintech es desde 200,000 hasta 5 millones de pesos.
Hasta el momento, Bien para Bien ha colocado 850 créditos por un monto total de 1,000 millones de pesos. “Hemos crecido mucho, en el primer trimestre de 2020, crecimos 60% respecto al año anterior”, destaca.
Una de las ventajas competitivas de esta fintech es que no cobra comisiones aunque los préstamos se otorgan a una tasa total de entre el 22% y 30%.
“Vamos a sectores no bancarizados, personas que están en la economía informal y que han sido rechazadas por la banca”, comenta el directivo.
Apoyos en medio de la pandemia
Desde que se dieron a conocer los primeros casos de coronavirus en el país y las medidas de contingencia como el cierre de negocios no esenciales, Bien para Bien decidió que su personal debía ir a casa a cumplir sus actividades vía remota.
La finetch también acordó con sus clientes un tipo de refinanciamiento para que aquellos que tuvieran problema de liquidez, pudieran ajustar el pago a una cantidad menor por tres meses de tal manera que puedan cumplir con el pago.
“Ha sido exitoso, más o menos 40% de nuestros clientes lo han tomado y lo que hacemos es reducir el pago con base en las posibilidades que nos dicen que tienen”, comenta Borrás.
Pero en esta pandemia, la empresa ha buscado formas de conseguir más clientes con ayuda de sus clientes pues desde marzo han promovido un esquema para que sus clientes refieran a nuevos clientes que necesiten de un préstamo.
Este año, pese a la emergencia sanitaria, la empresa tiene un reto: crecer su cartera en 600 millones de pesos más; Borrás asegura que esta cifra no es disparatada ya que está contemplando los temas económicos.