En un contexto en el que cada vez se realizan más operaciones a través de medios digitales –no presenciales-, la Secretaría de Hacienda se dio a la tarea de actualizar y alinear el régimen fiscal a los nuevos patrones de consumo, explicó este martes el secretario de Hacienda, Arturo Herrera.
Mientras en 2013 el comercio de bienes y servicios digitales representaba el 3% del PIB, para 2018 aumentó al 5%. Y se espera que para 2019 represente cerca del 6%, destacó el encargado de las finanzas públicas.
Ese porcentaje equivale a 1.3 billones de pesos, o es poco más grande que la industria de alimentos, bebidas y tabaco (4.7%), detalló el secretario.
Actualmente el debate se centra en dónde se tienen que pagar los impuestos: donde se consumen los bienes y servicios o donde se encuentra la base de operaciones de la empresa.
"Por ejemplo, si descargan una película, el administrador de la plataforma puede estar en California (EU), los servidores en Panamá y ustedes descargarla en México. Ni siquiera queda claro donde está ocurriendo la transacción y esa es parte del debate", precisó el funcionario federal.
El secretario recordó que, con la colaboración del SAT, se implementó un programa piloto con ocho plataformas digitales y dos prestadores de servicios. “La idea de todo este programa era modernizar y alinear el sistema mexicano a una nueva realidad, donde el consumo se hace ya no de manera presencial, sino de manera digital”, expuso.
El monto de las retenciones de enero a mayo, producto del programa piloto, de 2020 fue de 123.7 millones de pesos (mdp); 87.5 mdp por concepto de IVA y 36.2 mdp por ISR. “A partir de junio, va a empezar a haber una recaudación que, creemos, va a ser muchísimo más sustancial”, adelantó.
Debido a la emergencia por el coronavirus se pospuso el acuerdo para tener un impuesto digital global, el cual entraría en vigor este año. "Es algo que vamos a arrastrar hasta el 2021, pero los países han venido incorporando alguna forma de gravar a este sector", dijo el funcionario.
"Para gravar decidimos modernizar el marco tributario del gobierno federal e introducir una serie de definiciones que permitieran determinar de que estábamos hablando. Hay cuatro tipos de negocio asociados al comercio digital que se definieron: Descarga o acceso de películas o imágenes como Netflix o Amazon, los de intermediación entre terceros, por ejemplo Uber, Rappi o Airbnb; los clubes en línea y páginas de citas y la enseñanza a distancia", explicó Herrera.
“No es ningún impuesto nuevo: ya se tiene que pagar el IVA”, sostuvo el titular de Hacienda al tiempo de señalar que todo está gravado, aunque algunos productos tengan tasa cero.
Cuando un empleador paga el sueldo de un empleado, retiene la parte del ISR y lo entera a Hacienda. “Es un mecanismo similar el que estamos operado nosotros: Uber, Airbnb o Netflix están reteniendo algunos de los impuestos asociados a las operaciones. No es distinto a lo que pasa cuando van al cine; la compañía le entera el importe del IVA, a nombre de ustedes, a la Secretaría de Hacienda”, explicó el secretario.
“(Otra) razón por la cual es muy importante encontrar una forma adecuada de gravar a la economía digital. Es una razón de equidad. Si vemos a las 10 empresa más grandes del mundo por su valor de capitalización, cuatro de ellas son digitales”, subrayó Herrera.