Los déficits y la deuda, que ya aumentaban antes de la pandemia, han comenzado a erosionar la tradicional fortaleza crediticia de Estados Unidos, dijo la agencia en un informe publicado el viernes.
"La flexibilidad financiera, con la ayuda de la intervención de la Reserva Federal para restablecer la liquidez en los mercados financieros, no disipa por completo los riesgos para la sostenibilidad de la deuda a mediano plazo", dijo la agencia.
Y "hay un creciente riesgo de que las autoridades de Estados Unidos no consoliden las finanzas públicas lo suficiente como para estabilizar la deuda pública después de que haya pasado el choque de la pandemia", agregó.
Estados Unidos contaba con la mayor deuda pública de cualquier soberano con calificación "AAA" hacia el ingreso a la crisis del virus, según Fitch, que agregó que espera que la deuda general del gobierno supere el 130% de su Producto Interno Bruto para 2021.
Mike Englund, economista jefe de Action Economics, estimó que los mercados reaccionarían negativamente a la decisión.
"Reduce la confianza en los mercados financieros de Estados Unidos y hace que algunas entidades deseen vender bonos del Tesoro, por lo que es posible que se vea un aumento en los rendimientos a pesar de que nadie realmente busca un default de Estados Unidos", afirmó.
La revisión de la perspectiva a negativo cubre un período de tiempo más largo, lo que significa que el país no enfrenta una posible rebaja de la nota en el corto plazo. Eso los mantiene con las mejores calificaciones de dos agencias de crédito: Fitch y Moody's Investors Service, que mantuvo la calificación "AAA" con una perspectiva estable en junio.
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